SUBLIMES EXCELENCIAS. Primeros pensamientos del día.


“¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón” (Salmo 24:3,4)

Jeremiah Burroughs (1600-1646):
“Algunos hombres están dispuestos a hacer buenas obras y ser de beneficio para otros, aún teniendo conciencias impuras y culpables, ya que al hacer todo esto buscan detener las bocas de sus conciencias.
Ellos son concientes de los errores de su caminar, aunque buscan engañarse a sí mismos y ocultarse de los demás a través de mostrarle misericordia a otros.
Hacen y hacen obras y muestran misericordia a todos buscando calmar sus conciencias, pero el mismo Cristo que dijo ‘Bienaventurados los misericordiosos’ (Mateo 5:7), agregó enseguida: ‘Bienaventurados los de limpio corazón’ (Mateo 5:8).

Así el Señor presenta las bienaventuranzas en oposición al camino de los fariseos: ellos ya consideraban bienaventurado a aquel que sólo tenía una pureza externa, obras que pudieran ser consideradas buenas.
Pero dice Jesús: ‘no basta algún tipo de obra externa, mira tu corazón, bienaventurado es el puro de corazón’.

¿Qué es el corazón?
Entendemos bíblicamente ‘corazón’ no sólo como el lugar donde reside la voluntad y los afectos, sino también todas las facultades del alma: la mente, conciencia y pensamientos.
Bienaventurados son aquellos de pureza de mente, conciencia, pensamientos, voluntad y afectos.

¿Qué es pureza de corazón?
Pureza consiste en mantener algo sin mezcla de nada inferior.
¡Esta es con exactitud la definición!. Debe ser mezclado con algo inferior.
Si algo es mezclado con algo superior no se lo considera impuro. Por ejemplo, cuando a la plata se la mezcla con oro, la plata no es considerada impura. ¡Todo lo contrario!. Es considerada aún más excelente.

Así, de la misma manera, el alma del hombre.
Cuando el alma es mezclada con la naturaleza divina ésta se eleva a un nivel más excelente. Se considera refinada, perfeccionada.
Pero si el alma del hombre es mezclada con cualquier cosa de este mundo fuera del orden de Dios, se ha manchado a través de algo inferior a ella.

¡Que sublimes excelencias hay en esta pureza de corazón!
Un corazón limpio se acerca a Dios en todo lo que hace.
‘Bienaventurado los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios’ (Mateo 5:8).
Ellos tienen paz verdadera de conciencia, y pueden mirar el rostro de Dios con paz y gozo.
Job 11:14,15: ‘Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more en tu casa la injusticia, entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás’"

(“The Saints Happinesse”).



En esta limpieza de manos y pureza de corazón no sólo vemos la doctrina bíblica de justificación (Romanos 5:1), sino que prosigue a la poderosa obra de Dios de santificación en nuestras vidas (1 Tesalonicenses 4:3).

Como cuando Santiago le habla a “hermanos” (Santiago 4:11) cuyas “pasiones” (Santiago 4:1) los estaban llevando a actuar como el mundo (Santiago 4:4), y les exhorta:

“Acercaos a Dios, y EL se acercará a vosotros.

Pecadores, limpiad las manos, y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones” (Santiago 4:8).



- Ora profundamente por pureza de corazón para ti, tu familia y tus hermanos en la fe.

-Acércate“con corazón sincero” a Dios (Hebreos 10:22) para “alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).

Haz tuyo el clamor de David: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio” (Salmo 51:10).

- No temas inspeccionar en ti las malas motivaciones, los rencores, la falta de perdón, la crítica, el orgullo… y todo lo que pueda estar estorbando una plena y hermosa comunión intima con Dios.





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