Persistencia: el estudio de las Escrituras CULTIVANDO UN CARÁCTER PIADOSO



“Así que, hermanos, estad firmes” (2 Tesalonicenses 2:15)

En el devocional de ayer vimos la necesidad de permanecer firmes en lo que enseñan las Escrituras. Y hablamos de 3 necesidades básicas para poder practicar esto.
Hoy vamos a comenzar a ahondar más en estos consejos:

ESTUDIAR LAS ESCRITURAS
Como dijimos ayer, nunca podremos persistir en lo que no conocemos.
1- Lee libros enteros de la Biblia: es absolutamente necesario para poder entender lo que el autor está expresando. Encontrarás mucha más riqueza de este modo que leyendo pequeños extractos que sin darte cuenta los puedes estar sacando de contexto
2- ¿Por donde empezar?: un buen comienzo es por el principio. Los evangelios sin Génesis están incompletos. Un salmo sin los libros históricos puede apoyar nuestra tendencia a desequilibrarnos. Lee desde el principio de la Biblia y “todo el consejo de Dios” (Hechos 20:27) hará “sabio al sencillo” (Salmo 19:7).
3- Pide por sabiduría: Dios puede darte sabiduría para comprender Su Palabra (Santiago 1:5).
4- Compra todos los comentarios bíblicos que puedas: Es una excelente inversión. Sólo asegúrate que la doctrina del autor sea sana (Tito 2:1). Este es un medio de gracia de Dios. El Señor da capacidades a la Iglesia, ¿por qué no beneficiarte de ellas?
5- Consigue algunos buenos diccionarios de hebreo y griego:
- BDAG
- Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento
- Diccionario Strong
- New International Dictionary of New Testament Theology
- A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament
- Diccionario Thayer
6- Cuidado con nuevas interpretaciones: si entiendes algún pasaje de algún modo que no habías escuchado o leído antes. Se prudente. Asegúrate que otros hermanos que han sido ejemplos en su práctica y teología a lo largo de la historia cristiana han visto ese pasaje o verdad del mismo modo. Habla con tus pastores al respecto (1 Timoteo 5:17; Tito 1:9). Si no es así, si eres el único, desecha esa supuesta nueva revelación. Así es como comienzan las herejías.
7- Lee lenta y cuidadosamente: Medita en las Escrituras (Salmo 1:2). No es la cantidad sino la comprensión y asimilación de la verdad. No se trata de acumulación de versículos: “Si leo 10 me va a ayudar. Si leo 100 me va a ayudar muchísimo más. Y ni hablar si leo 1000”...        ¡NO! NO funciona así. Leemos, pensamos, buscamos comprender lo más profundamente posible lo que Dios habla en ese pasaje, nos examinamos ante él, lo aplicamos a nuestra vida.


Luis Rodas


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