Cultiva tu identidad CULTIVANDO UN CARÁCTER PIADOSO



“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” (Colosenses 3:12).

 Alguien que sabe que es un hijo aceptado, protegido y amado, NUNCA actuará igual que un niño rechazado y abandonado por sus padres.
Quién es, determina su conducta.
 El primero no buscará lo que ya tiene; mientras que el segundo manifestará de muchas maneras la necesidad imperiosa que tiene, y el dolor por su carencia.

 Un gran problema en nuestro caminar con Dios es olvidar, de alguna manera, el quienes somos.
 Justamente, los hermanos en Colosas, estaban siendo tentados a olvidarse esto.
La tentación implicaba:
1- creerse orgullosamente más de lo que eran: “afectando humildad… vanamente hinchado por su propia mente carnal" (2:18)
2- perder de vista cual sí era su identidad: “escogidos de Dios, santos y amados” (3:12)

 Cuando estudiamos sobre el cultivar el carácter piadoso NO estamos intentando cambiar el quienes somos. ¡NO! Este sería un error vital.
Simplemente buscamos entender quienes somos y desarrollarlo.

 Sin duda cada uno actúa de acuerdo a lo que sabe o piensa que es.
 En el versículo que leímos al principio, encontramos que está absolutamente entrelazado el vivir como "escogidos de Dios, santos y amados", con el practicar "entrañable misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre y paciencia".

 Es como si dijera: “olvídense de estar buscando estas cosas que ya tienen, y concéntrense en hacer lo que hacen personas aceptadas, con un futuro glorioso y amadas, como ustedes”.

 ¿Cuantas veces, a pesar de estar en Cristo, salimos al mundo a mendigar lo que ya tenemos, esforzándonos por ser lo que ya somos, y exigiendo lo que en realidad nadie nos puede quitar?
 ¿Cuantas veces olvidamos los recursos que tenemos al ser quienes somos, y perdemos de vista qué buscan personas como nosotros?

 Lo mismo que sucedía en Colosas, sucede exactamente hoy:
 - ellos estaban tentados de olvidar quien era Cristo y quienes eran ellos EN CRISTO
 - y los enemigos del evangelio estaban buscando tapar todo eso centrando la atención de los creyentes en sí mismos.

 Las consecuencias podían ser terribles:
IMAGINAR QUE POR MÍ MISMO LOGRÉ LO QUE SOY
 Si olvido que fui aceptado gratuitamente, y de pronto creo que con mis virtudes he logrado ser quien soy,
 1- ¿acaso mi relación diaria con Dios no se verá interrumpida?
 2- ¿acaso no seré lapidario con los errores de los demás?

DEJAR DE VIVIR CONFORME A QUIEN SOY EN CRISTO
 Por ejemplo:
 Si olvido que soy un hijo de Dios con un futuro final glorioso, ¿no seré negativo ante otras personas?.
 Si olvido que soy amado incondicionalmente, es muy probable que no tenga tiempo para ayudar desinteresadamente a otros, ya que estoy muy concentrado en conseguir afecto para mí mismo.

 En los siguientes devocionales buscaremos reflexionar sobre este tema tan importante.


Luis Rodas


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