Gratitud cuando el viaje no es lo importante



“… y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento” (Hechos 28:15).

 Pablo vivía los efectos de un impulso poderoso: “el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: (que Cristo) murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Corintios 5:14,15).
 Esto no le permitía vivir de brazos cruzados. Sus deseos eran grandes, su corazón ardía. No para sí mismo, sino para el anuncio del evangelio y la edificación de sus hermanos (Romanos 1:11-13).

 Así, de este modo, su corazón estaba lleno de anhelo por viajar a Roma.
 - Anhelo persistente que no proviene de una emoción que llega en 5 minutos y se va en otros 5:
 “deseando desde hace MUCHOS AÑOS ir a vosotros” (Romanos 15:23).
 - Anhelo persistente que con sólo intentarlo una vez NO dice: “Ya está, lo intenté. NO SE PUEDE”:
 “muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado)” (Romanos 1:13). “Me he visto impedido de ir a vosotros” (Romanos 15:22).
 - Anhelo persistente por el que se ora persistentemente. No es una oración que calma la conciencia:
 “SIN CESAR hago mención de vosotros SIEMPRE en mis oraciones, rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros” (Romanos 1:9,10)
 - Anhelo persistente que aún pide oración al respecto:
 “Os ruego, hermanos… que me ayudéis orando… para que con gozo llegue a vosotros” (Romanos 15:30-32).

 Dios respondió ese clamor persistente. Sólo que con algunos detalles.
 No se si prestaste atención al pedido de Pablo:
 Pedía "un próspero viaje” (Romanos 1:10) y “que con gozo llegue” a ellos (Romanos 15:32).
 Después de años de insistencia, el Señor permitió que lo golpearan hasta casi matarlo en Jerusalén (Hechos 21:27-32), y estando preso le dijo: “es necesario que testifiques también en Roma” (Hechos 23:11).

 Luego tuvo un viaje, como preso romano, que duró meses de tempestades en el mar, naufragio, la picadura de una víbora, hambre, sed y desánimo (Hechos 27-28).
 Finalmente llega. ¿Cual es su primera reacción?

 Me humilla terriblemente el imaginar que yo quizás llegaría quejándome contra el gobierno romano por semejante trato, o tentado a un reclamo contra la compañía de viajes, o tal vez pensando que todo aquello fue sin duda una locura mía y que Dios luchó contra mí en el mar.
 ¿Cómo reacciona Pablo?

 Algunos hermanos de Roma se enteraron de su venida y “salieron a recibirlo… al verlos, Pablo DIO GRACIAS A DIOS Y COBRÓ ALIENTO” (Hechos 28:15).

 1- Pablo no decía de forma fría: “yo hago lo que tengo que hacer. Lo demás no es mi problema”. Ardía en celo porque la obra fuera hecha.
 2- El viaje no es lo importante. Que sea hecho lo que debe hacerse lo es todo.

 Cuando él oraba por "un próspero viaje” en el cual “con gozo llegue” no tenía en mente ni por un segundo atención de clase ejecutiva.
 Con "un próspero viaje” se refería a que su “gozo” sería finalmente llegar para poder avanzar en la obra de Cristo.

 ¿Se puede decir de nosotros que el anhelo de nuestra vida es el avance de la obra de Cristo?
 ¿Oramos “sin cesar” por ello?
 ¿Menospreciamos este viaje momentáneo con tal de que así sea?
 ¿Nuestro corazón se llena de GRATITUD cuando vemos que en algo esto sucede al punto de ser suficiente ALIENTO?
 ¡Las vicisitudes del viaje son lo de menos! ¡Hay millones de cosas por hacer!
 ¿Qué estás haciendo? Tu familia, tus hermanos en la fe y los pérdidos te esperan.


Luis Rodas


.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Instagram

Haz click AQUÍ

Twitter Updates

Sobre mí