“Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:3).
En estos últimos devocionales hemos estado viendo un poco como el apóstol Pablo dirige la mirada de los colosenses hacia Cristo y su identidad en EL.
Este es un factor determinante a la hora de buscar cultivar un carácter piadoso.
Nosotros:
vivíamos "bajo la potestad de las tinieblas” (1:13)
“muertos en pecados” (1:14)
"éramos en otro tiempo extraños y enemigos en nuestra mente, haciendo malas obras” (1:21)
con “un cuerpo pecaminoso carnal” (2:11)
practicando todo tipo de “pasiones desordenadas y malos deseos” (3:5-7)
esperando que “el acta de los decretos que había contra nosotros” (2:14) nos entregue a “la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia” (3:6).
Pero ahora:
tenemos “fe en Cristo Jesús” (1:4)
tenemos “esperanza” acerca de "lo que nos está guardado en los cielos” (1:5)
el evangelio "lleva fruto y crece en nosotros” (1:5,6)
“conocimos la gracia de Dios en verdad” (1:6)
somos “aptos para participar de la herencia de los santos en luz” (1:12)
pertenecemos al "reino del amado Hijo de Dios” (1:13)
tenemos “el perdón de pecados” (1:14).
estamos “reconciliados” con Dios (1:21)
seremos presentados delante de Dios como “santos y sin mancha e irreprensibles” (1:22) al "permanecer fundados y firmes en la fe” en Cristo (1:23).
somos “escogidos de Dios, santos y amados” (3:12).
estamos “completos” en Cristo (2:10)
"nuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (3:3)
pronto “seremos manifestado con Cristo en gloria” (3:4).
¡Vaya ENORME diferencia!
Como muy bien escribió Eric Geiger: “Nuestro entendimiento de nuestra identidad impacta como vivimos cada día...
Cuando entendemos quienes somos, esto nos impulsa a vivir la realidad de quienes somos” (“Identity”).
No buscamos cultivar un carácter piadoso porque queremos ganar nuestra salvación, mantener nuestra salvación, o perfeccionar nuestra salvación.
¡NO!
¡Hacemos lo que hacemos porque somos quienes somos en Cristo!
Luis Rodas
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