Jesús: compasión en nuestra debilidad - 2 parte



¿Cómo se puede explicar tanto amor?
Jesús, siendo el Dios Soberano y Sublime, decide hacerse “semejante en todo a sus hermanos” (Hebreos 2:17).
Isaías 53:4 dice que “sufrió nuestros dolores”. Y si bien principalmente se refiere a que cargó nuestro dolor en a cruz, también se refiere a que al tomar nuestra condición sufrió las mismas cosas que sufrimos nosotros como hombres.
“El mismo padeció siendo tentado” (Hebreos 2:18), “fue tentado en todo según nuestra semejanza” (Hebreos 4:15).

El no solo tomó nuestro lugar para suplantarnos en el castigo de nuestro pecado. Sino que también tomó nuestro lugar como hombres para conocer nuestros sufrimientos, tentaciones, pruebas, dolores, preocupaciones, etc...
El sufrió acusaciones feroces (Mateo 12:24 - los fariseos lo acusan de echar demonios por Beelzebú), fue menospreciado al predicar (Mateo 13:55 - al terminar de predicar lo menospreciaron como un simple hijo de carpintero), sufrió el menosprecio y burla de su misma familia (Juan 7:2-5), el que dice en el Salmo 121:3: “ni se dormirá el que te guarda”, estuvo tan cansado por sanar enfermos y quitarle horas al sueño para orar que se quedó dormido al punto de estar en medio de una tempestad en la barca y no darse ni cuenta (Mateo 8:25), uno de sus amigos más cercanos le habla de parte de Satanás para hacerlo caer (Mateo 16:22 - Pedro le dice que no muera en la cruz sino que tenga compasión de él mismo), en Mateo 20:19 Jesús les dice a las personas más cercanas de él que “le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen”, pero sus discípulos solo piensan en quién será el mayor (en el siguiente versículo), fue presionado en todo momento para hacerlo quedar mal delante del pueblo y de las autoridades civiles (Mateo 22:17 - “¿es lícito dar tributo al Cesar?”), vivía constantemente alrededor de personas que lo querían matar (Mateo 26:3-5), estaba a punto de ser crucificado y le pide oración a sus amigos más cercanos pero a ellos no les importa y se ponen a dormir (Marcos 14:32-40), por el dolor que iba a enfrentar conoció lo que es entristecerse y angustiarse, de tal manera que dijo estar “triste hasta la muerte” (Marcos 14:33,34), al punto de orar tan intensamente que “su sudor (era) como grandes gotas de sangre” (Lucas 22:44), fue traicionado por alguien que tenía tanta confianza con él que hasta comía en su mismo plato (Marcos 14:18-20), fue arrestado por personas con “espadas y palos” (Mateo 26:47-56), dijeron “falsos testimonios” contra él (Mateo 26:59-61), “le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban” (Mateo 26:67), la persona que decía que lo seguiría hasta la muerte, Pedro, no solo lo niega sino que llega a maldecir (Marcos 14:66-72), la misma multitud a la que había ayudado prefiere a un delincuente que a él (Mateo 27:21), fue azotado (Mateo 27:26), fue avergonzado siendo desnudado (Mateo 27:28), le lastimaron la cabeza con una corona de espinas (Mateo 27:29), le volvieron a escupir (Mateo 27:30), fue crucificado (Mateo 27:35), conoció por completo el peor sentimiento de soledad y abandono (Mateo 27:46 - “¿Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”), después de haber resucitado, a sus discípulos, les parecía una locura que unas mujeres digan que él había resucitado (Lucas 24:11).

Y todo esto, no solo para pagar por los pecados, sino también para poder entender a, seres como nosotros.

Jesús verdaderamente nos amó
Y no de cualquier manera. Nos amó de la misma manera que el Padre lo amó a él:
Juan 15:9 "Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor".

La diferencia es que el Padre al amar a Jesús amó a alguien perfecto. Pero ¿nos habrá amado Jesús porque éramos perfectos?
Romanos 5:6-10 "Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 
Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida".

“débiles” (5:6): “totalmente incapaces de salvarnos” (NTV)
“impíos” (5:6): “malvados”(VI)
“pecadores” (5:8)
“enemigos” (5:10): “adversarios” (Peshitta). Aquí utiliza la palabra griega “ejdsrós”. Y es la misma que usa Jesús para describir al diablo en Mateo 13:39.
Otra buena descripción de cómo era la gente a la que vino a salvar y a conocer su condición es Tito 3:3
“insensatos”“necios” (LBLA)
“rebeldes”“desobedientes” (Biblia Textual)
“extraviados”“errados” (RV2000)
“esclavos de concupiscencias y deleites diversos”: “esclavos de toda clase de pasiones y placeres” (NTV)
“viviendo en malicia y envidia”
“aborrecibles”: “detestables” (NVI)
“aborreciéndonos unos a otros”: “odiándonos unos a otros” (LBLA)

Por seres así Jesús dejó su trono de gloria  y tomó “semejanza de carne de pecado” (Romanos 8:3).
A seres así los llamó amigos y les dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Y al resucitar nos llamó “hermanos” (Mateo 28:10).

¿Por qué nos amó así?
La virtud nos está en nosotros. La virtud está en él. El es Amor.
A este Jesús nos acercamos en nuestras dificultades, luchas, debilidades, problemas, dolores, caídas... cuando ya no podemos más, cuando nos sentimos completamente solos, en la traición, en la tristeza, en la muerte de un ser amado, cuando no podemos perdonar lo que parece imposible de perdonar, cuando hemos intentado millones de veces agradarlo y aun seguimos muy, muy lejos...
A este Jesús nos acercamos en oración:
1 Pedro 5:7 (“ansiedad” = preocupaciones).

El que caminó por este mundo para luego compadecerse de nuestros dolores... De él podemos estar completamente seguros que es “misericordioso y fiel sumo sacerdote” (Hebreos 2:17).
Santiago 5:11 "He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo".

“compasivo” (“oiktirmon”): Vine: “misericordioso hacia los males de otros”.
Diccionario Holman: “entrar compasivamente en el dolor y la tristeza de alguien... una participación compasiva en el dolor” (Pag. 357,358).
El es “poderoso para socorrer a los que son tentados” (Hebreos 2:18)
Podemos acercarnos a nuestro Señor “para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:15,16).


Luis Rodas


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