Aunque Dios le dio el inconmensurable privilegio de escribir uno de los 4 relatos del evangelio, Lucas no fue apóstol de Jesucristo.
Uno de los requisitos para ser considerado apóstol del Señor era haber recibido el evangelio directamente de EL (Gálatas 1:11,12; 2:6; 1 Corintios 9:1; 11:23).
¡Este no era el caso de Lucas!.
¿Qué hizo entonces para asegurarse de estar enseñando fielmente la vida, muerte, resurrección y enseñanza de Jesús?
En la introducción del "evangelio según Lucas" encontramos la respuesta.
- En el primer versículo cuenta que ya otros trataron de “poner en orden la historia”.
- En el segundo versículo afirma quiénes fueron testigos presenciales de estos hechos: los apóstoles.
- En el tercer versículo le aclara al destinatario de esta carta (Teófilo) que lo que le está enviando es fruto de una “investigación diligente”.
- En el cuarto versículo le explica sus motivaciones al relatarle el evangelio.
Lucas se encuentra, en cierta medida, en la misma situación que nos encontramos nosotros como pastores cada domingo: nosotros no vimos ni oímos a Jesús ni somos apóstoles como Pablo a quien se le presentó el Señor en persona.
Entonces, ¿cómo sabemos que estamos enseñando el evangelio de forma fiel y no ideas preconcebidas?
Para esto Lucas decide hacer una investigación de la “historia” tan rigurosa como la que haría un médico serio (teniendo él mismo esta profesión según Colosenses 4:14).
Y por esto, en estos 4 versículos usa 3 términos que se empleaban en la medicina:
- “historia” ("diégesis”) en Lucas 1:1: "Tanto Hipócrates como Galeno emplean esta palabra en sus introducciones a sus obras médicas" (A.T. Robertson en “Comentario al Texto Griego del NT”. Pag. 119).
- “lo vieron con sus ojos” (“autóptes”) en Lucas 1:2: De donde deriva nuestra palabra “autopsia”. “Los escritores médicos la empleaban con frecuencia” (A.T. Robertson en “Comentario al Texto Griego del NT”. Pag. 119).
- “haber investigado” (“parakoloudséo”) en Lucas 1:3: “Galeno (médico griego del segundo siglo), en su momento, la empleó para referirse a la investigación de síntomas" (A.T. Robertson en “Comentario al Texto Griego del NT”. Pag. 120).
Lucas hizo un estudio muy serio, detallado y exhaustivo del evangelio. Los que predicamos, ¿podemos tomar nuestra tarea con menor seriedad que Lucas?
Lucas no fundamenta la veracidad de sus dichos diciendo: “he estado orando y puedo asegurarte Teófilo que lo que te escribo es la verdad. El Espíritu Santo me ha hablado”.
¡NO!.
Lucas realiza un estudio al cual compara con una investigación médica (usando 3 términos de investigación médica en 4 versículos).
Sigamos el ejemplo de Lucas, y estudiemos con amor, dedicación y precisión los testimonios de aquellos que "lo vieron con sus ojos" (Lucas 1:2) reflejados en el Nuevo Testamento.
Necesitamos invertir horas y horas en la “investigación con diligencia” de la Palabra de Dios antes de pararnos en el púlpito.
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