CALLA
“Meditad en vuestro corazón
estando en vuestra cama,
y callad” (Salmo 4:4)
Oliver Heywood (1630-1702):
"Aprende a alejarte, en determinados momentos, de las preocupaciones de tus labores y las distracciones de tu trabajo.
No pienses que podrás crecer en la gracia permaneciendo siempre rodeado de gente. Satanás ama pescar en mares revueltos, pero no así Cristo.
El ruido de los martillos de Caín, en la construcción de ciudades, ahoga la voz de la conciencia.
Un hombre va a disfrutar de lo mejor estando solo. La soledad es una ventaja singular para crecer en la gracia.
Sin duda un hombre perseverará en su maldad si no se toma tiempo para genuinamente separarse y así profundizar en temas espirituales y los asuntos del alma.
Haz que tus pensamientos solitarios trabajen sobre cosas de eternidad.
Acostúmbrate a ti mismo a las reflexiones serias, profundas y a solas.
He leído que un padre con un hijo que estaba perdido en el mundo, le pidió en su lecho de muerte que le cumpliera un último deseo especial: éste hijo debía pasar 15 minutos cada día a solas pensando sobre su vida.
El hijo, por agradar a su padre, se dispuso a cumplir su promesa de que lo haría.
Al llevarlo a cabo, un día sus pensamientos comenzaron a recorrer su vida de placeres de éste mundo. Otro día, pensó en que su vida solo se trataba de correr detrás de nuevos deleites .
Todo esto empezó a inquietarle, y comenzó a preguntarse para qué su padre le pedía esta práctica tan perturbadora…
Hasta que pudo darse cuenta que siendo su padre un hombre sabio y bueno, su intención y esperanza era que reflexionara en su vida y cayera en cuenta de sus necesidades eternas.
Cuando estos pensamientos comenzaron a leudar, se multiplicaron en gran manera, y ya no podían limitarse ni a una hora, sino que se desplegaron a un pensamiento de todo el día, sin cesar, hasta que por fin cayó a los pies de Cristo.
Oh… mira los efectos tan provechosos que esta práctica tiene…
Considera por qué viniste a éste mundo; a donde vas si mueres en éste momento; qué valor le estás dando a cultivar tu alma… y, a través de la bendición de Dios, estos pensamientos trabajarán profundamente en ti”.
("Heart Treasure")
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