“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
ni estuvo en camino de pecadores,
ni en silla de escarnecedores se ha sentado”
(Salmo 1:1)
La palabra “éxito” proviene del latín (“exitus”) y significa “salida”.
Literalmente se aplica a cuando algo llega a su fin. Por esto en medicina se usa el término “Exitus Letalis” para referirse al caso de una persona cuya vida terminó.
De ahí que cuando algo llega a la meta se lo considera un “éxito”. Y deriva en que un proceso es exitoso cuando algo comienza con una meta específica y finalmente lo logra.
Una persona da inicio a una empresa esperando ganar cierta cantidad de dinero en un año, y cuando cumple ese período lo logra. ¡Exito!
¿Tú qué esperas en esta vida?
Todos, absolutamente todos, esperamos el éxito en lo que emprendemos.
¿Tú qué éxito esperas?
El Salmo 1 nos enseña acerca de un “éxito” santo y con resultados eternos: una vida que da fruto para Dios en el tiempo oportuno: "Bienaventurado el varón que... será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará" (1:1,3).
Es difícil sobrevalorar la palabra "bienavenurado" en este salmo, ya que trabaja como un eje sobre el que gira de principio a fin.
La palabra en hebreo es "ésher", traducida a veces como "feliz", se refiere a un "estado de felicidad" (Peter Craigie - "Psalms"), una "condición de bendito... desde la perspectiva de Dios", es "la felicidad del piadoso" ("Expositor's Bible Commentary: Psalms") "que no es dada de forma automática por Dios, sino que es un resultado directo de su forma de vida" (Peter Craigie - "Psalms").
Como explicó Ralph Venning, "la vida piadosa es la mejor clase de vida", mientras que "el pecado es el responsable final de la infelicidad humana" ("Sermons". Pag. 102, 40). "El pecado es contrario a Dios, el más grande bien, por tanto necesariamente el pecado es el más grande mal" (Robert Bolton - "Amartia Amartwlos". Pag. 8). Por esto William Perkins veía la teología como "la ciencia de vivir de manera bendita por siempre" (citado por Joel Beeke en "La Espiritualidad Puritana y Reformada". Pag. 108). Y en contraste, en el pecado, el hombre "se dirige a olvidar al único Dios, quien es el más grande bien del hombre, para perseguir fantasmas insustanciales y dañinos del bien... Cuando pecamos contra Dios, estamos prefiriendo un falso bien al verdadero bien" (Martin Bucer).
¿Estás dedicado a vivir como este hombre bienaventurado que da fruto eterno para Dios?
¿Acaso existe un éxito más importante?
Todas las cosas que puedas lograr en esta vida, si no tienen este éxito como meta final, es simplemente
"vanidad ilusoria” (Salmo 31:6; 1 Juan
2:17). ¡
Cuidado, este mundo está lleno de eso!
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