"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo" (Hebreos 1:1,2).
El evangelio es un mensaje. Un mensaje con una perspectiva de "nuevas de gran gozo" (Lucas 2:10).
Y este mensaje de Dios es una Persona misma: Jesús.
En este pasaje que leímos de Hebreos, el escritor nos explica que en la antigüedad Dios habló por medio de palabras usando la boca de los profetas, pero que ahora, en los "postreros tiempos", nos ha hablado por medio de la vida misma de alguien: el Hijo.
En Jesús, Dios no nos habla palabras por medio de la boca de alguien. Jesús mismo es el mensaje de Dios para nosotros.
Jesús es el "Verbo de Dios" (Juan 1:1; Apocalipsis 19:13). La expresión de Dios. El mensaje de Dios.
El Dios que habita en luz inaccesible nos permitió conocerle a través de Su Hijo: "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer" (Juan 1:18).
EL es la imagen del Dios que no podríamos ver: "El es la imagen del Dios invisible" (Colosenses 1:15).
¿Queremos saber cómo es Dios?
EL nos lo dijo por medio de la Persona de Su Hijo. Todo lo que los evangelios cuentan de Jesús así es Dios. En ÉL se ve de la forma más exacta la gloria de Dios (2 Corintios 4:6).
Por esto cuando Felipe le dijo a Jesús: "Muéstranos el Padre, y nos basta" (Juan 14:8). El Señor respondió: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9).
Jesús mismo es el mensaje de Dios para nosotros.
Luis Rodas
.
0 comentarios:
Publicar un comentario