"Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?" (Mateo 3:14).
Jesús se acerca a bautizarse y Juan el Bautista, no sólo expresa su gran sorpresa, sino que manifiesta palabras muy sinceras e íntimas: "Yo NECESITO ser bautizado por ti".
¿A qué se refiere? ¿A qué clase de bautismo?
Unos momentos antes Juan el Bautista le había anunciado a la gente:
"Yo a la verdad os he bautizado en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí...
él os BAUTIZARÁ en Espíritu Santo y fuego"
(Mateo 3:11).
Juan el Bautista reconocía su imperiosa NECESIDAD de la operación del Espíritu Santo en su vida.
¡En todo sentido la obra del Espíritu Santo es vital en la vida del creyente!
El Espíritu Santo:
nos renovó para salvación y nos regeneró (Tito 3:5; Hebreos 2:4)
vino "a morar en nosotros" (Romanos 8:9-11; 1 Corintios 3:16; 6:19; Efesios 2:22)
obra la "santificación" en nuestra vida (2 Tesalonicenses 2:13; Romanos 15:16; 1 Pedro 1:2) siendo "transformados de gloria en gloria" (2 Corintios 3:17,18)
nos da convicción de que somos "hijos de Dios" (Romanos 8:16; 1 Juan 3:24)
"nos guía a toda verdad" (Juan 16:13) enseñándonos (1 Juan 2:27)
batalla contra nuestra tendencia carnal (Romanos 8:13; Gálatas 5:17)
nos revela la gloria de Cristo en todas las cosas (Juan 16:14)
hace eficaz nuestra proclamación del evangelio (Hechos 1:8; 1 Tesalonicenses 1:5) acrecentando las Iglesias (Hechos 9:31; Romanos 15:18,19)
habilita una capacidad superior para hablar la Palabra (Hechos 4:8-13; 4:31; 6:10)
derrama el amor de Dios en nuestros corazones (Romanos 5:5)
intercede en oración por nosotros (Romanos 8:27) y nos ayuda a orar (Romanos 8:26; Efesios 6:18; Judas 1:20)
imparte capacidades para el ministerio (1 Corintios 12:4-11; Hebreos 2:4)
pone a nuestro alcance un carácter piadoso (Gálatas 5:22,23)
llena nuestros corazones de alabanza a Dios (Hechos 10:45,46)
produce amor entre nosotros (Romanos 15:30; 1 Pedro 1:22) y nos une como hermanos (Efesios 4:3; Filipenses 2:1)
nos da dirección acerca de la obra que debemos hacer (Hechos 16:6,7)
en la "comunión" con EL (2 Corintios 13:14) produce intimidad con nuestro Padre (Romanos 8:15; Gálatas 4:6)
da certeza del llamado al ministerio (Hechos 20:28)
nos fortalece para practicar el "dominio propio" (2 Timoteo 1:7)
trae "gozo y paz" en la vida cristiana (Romanos 14:17)
nos da consciencia gozosa de la esperanza de la vida futura (Romanos 15:13; Gálatas 5:5)
nos lleva a vivir una vida centrada en Cristo, admirados de Su amor y gloria, llenos de toda la plenitud de Dios (Efesios 3:14-19)
nos impulsa a esperar con ansias la segunda venida del Señor (Apocalipsis 22:17)
¿Qué piensas que sucederá en nosotros cuando lo contristamos (Efesios 4:30), tentamos (Hechos 5:9) y apagamos (1 Tesalonicenses 5:19)?
Luis Rodas
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