- 1- Algunos consejos prácticos para nuestros tiempos de adoración
- 2- Huyendo de la obra de teatro hacia Dios
- 3- La adoración más intensa: cuando nadie nos ve
- 4- La adoración viene luego de contemplar la hermosura de Dios
- 5- ¿Dios habita en la música o en la alabanza, de su pueblo?
- 6- Cuando adores puedes repetir, pero... ¡cuidado!
- 7- Dos extremos peligrosos en la adoración
- 8- Reuniones llenas de "santificado sea tu nombre"
- 9- ¿Podemos establecer con alabanza el reino de Dios?
- 10- Amamos nuestra patria
En el versículo 11 Jesús nos manda a orar así:
"El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy"
(Mateo 6:11).
Es determinante en nuestra vida el saber que a nuestro Señor le interesan nuestras necesidades.
Luego de las peticiones primordiales que se refieren a que Dios sea glorificado y que Su reino venga, EL nos dice que debemos tomarnos tiempo para pedir por NUESTRAS NECESIDADES.
Si algo te preocupa o tienes una necesidad, puedes acudir a EL con la seguridad de que, aquel al que te diriges, NO está lejos, sino que está tan pendiente de ti que aun se toma el trabajo de tener "contados" tus cabellos (Mateo 10:30).
Y no lo hace porque te ha visto tan BUENO que lo has deslumbrado.
Jesús dijo:
"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?" (Mateo 7:11).
Músicos... atención
Todo esto debe ser tenido muy en cuenta por aquellos que dirigen la alabanza en las congregaciones, al menos en tres aspectos:
1- Existen algunos "directores de alabanza" (por llamarlos de algún modo) que comienzan a cantar y cantar y cantar... Y ellos oran y cantan y alaban y adoran y suben y suben.... y qué bueno que existan aquellos que puedan entrar en la "comunión íntima" (Salmo 25:14) con el Señor... pero.... ¿Y LA GENTE?
¡NO estás ahí solo para adorar tú a Dios!
Sino simplemente ponemos un Cd de alabanza y adoración y nos ahorramos un montón de problemas.
Por supuesto que estás ahí para adorar a Dios, pero también para guiar a otros a que se rindan en alabanza y adoración.
Para esto:
- Debes ser un "hombre idóneo para la obra de tu ministerio" como dice 1 Crónicas 25:1 de los músicos de David.
- Debes ser guiado por el Espíritu Santo y "usar bien la palabra de verdad" (2 Timoteo 2:15) para ser efectivo, y NO MANIPULACIÓN.
- Que tu oído y tus ojos estén en el cielo, pero tu boca por momentos baje hacia tus hermanos que necesitan de tu ministración como parte del cuerpo que Dios estableció. En otras palabras: baja un poquito de la nube y ayuda a los demás. ESA ES PARTE DE TU FUNCIÓN.
- Debes entender que hay hermanos que están afligidos y "cargados" y no pueden adorar a un Dios que lo ven MUY lejano por sus "afanes". A través de la guía del Espíritu Santo y la Palabra de Dios, los puedes ayudar a ir a aquel que dijo:
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar"
(Mateo 11:28).
Luego ellos estarán libres para rendirle adoración al que es Digno de que toda la congregación se concentre en EL.
Y es más: aun adoramos a Dios al pedirle algo y confiar en EL. Por esto Jesús dijo:
"Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo"
(Juan 14:13)
En otra nube
2- También existen algunos "directores de alabanza" que no suben a ninguna nube, ni tienen un problema de "colgarse" demasiado en la presencia del Señor, sino que simplemente montan su show musical y están concentrados en sus arreglos musicales, el bonito sonido de su voz, cuan cerca están de grabar su primer Cd, y cosas parecidas...
Muchos de ellos son chicos inmaduros que suben a dirigir y cantan "Oh Dios Todopoderoso" y al terminar la reunión se apuran para correr a su casa porque su mamá les tiene calentita la comida.... Y ¡¡AYYY!!! si no les hizo la comidita preferida.... cae la ira del dios VIVO....
Si ese es tu caso... por favor no te enojes conmigo... Si digo esto es para que reacciones... Por favor date cuenta que en la Iglesia hay muchos hermanos que pueden estar pasando por problemas graves y necesitan ahí a un hombre de Dios preparado para la batalla.
Para dirigir la alabanza no necesariamente tienes que haber pasado más problemas que el apóstol Pablo, aunque la verdad que al menos un poco de eso ayuda. Pero:
- Asegúrate que Dios te puso ahí
- Se muy serio en la tarea que te fue encomendada
- Aprende en tus batallas con los osos y leones personales (como David en 1 Samuel 17:37) que Dios te permite vivir, y luego podrás enfrentar a Goliat para victoria de toda la congregación (1 Samuel 17:40-54).
Adorador de culto iglesiero
3- Otro error fatal, y del que ya hemos hablado un poco en esta serie, es el de aquel músico que mientras está cantando parece más íntimo de Dios que David y hasta digno de escribir el Salmo 151. Pero cuando deja de cantar y se va a su casa, su esposa piensa: "¿Cómo mi esposo puede cantar en la Iglesia?"
Y cuidado... no hablo solo de un carácter que aun le falta trituración. Me refiero a aquellos que los domingos por la mañana o por la noche (según el horario de reunión) cantan apasionadamente: "Amo tu presencia más que la vida. Cuan dulce es estar contigo". Pero durante la semana la esposa para arrancarle el control remoto de la televisión le tiene que hacer una amputación.
Hace poco estaba leyendo el libro de un músico cristiano inglés muy conocido.
El libro, en teoría, enseñaba acerca de vivir en la presencia de Dios, de buscar su rostro, adorar, deleitarnos en Dios y demás. Pero a lo largo del mismo encontré muchas confesiones de como este músico en sus "tiempos libres" no hace más que jugar a la Playstation, mirar programas de televisión superfluos y perderse entre canales de música secular.
A modo de lograr que el que vive así se sienta identificado, el libro puede que sea útil. Pero para aprender de alguien que esté viviendo una profundidad en Dios mayor a la mía, no me sirvió (y eso que tampoco hacía falta gran cosa para cumplir esa función... ja...).
Hasta llegó un punto donde cerré el libro y lo abandoné por ahí (algo parecido me sucedió con los dos músicos que menciono en el artículo número 3 de esta serie).
Si voy a pagar a alguien para aprender mecánica, buscaré a alguien que haya aprendido y ya tenga experiencia. No me sirve alguien que delante mío se descargue un libro por internet y comience a leer: "Lección 1: Tome con su mano derecha una herramienta...".
Para eso me descargo yo el libro.
CUIDADO... PELIGRO...
Si un músico mientras canta anima a los demás a pasar tiempo con Dios cada día y entona frases como "mi alma está apegada a Ti", pero después, cuando está fuera de su "ministerio", vive "apegado" al Facebook, Playstation, Televisión, etc... ¿Qué es eso?...
¿Son cosas que se dicen y enseñan en libros pero que no se aplican en la vida de todos los días?
Creo que hay un gran peligro en todo eso.
Tanto músicos como pastores, predicadores y todos los que estamos en el ministerio corremos el peligro de orar y usar la Palabra (en los mejores casos) para hacer canciones, predicaciones, estudios de la Palabra, y para que Dios nos ayude en nuestro ministerio, pero ¿qué pasa si por alguna razón tenemos unos días libres en los que no necesitamos a Dios PARA NUESTRO MINISTERIO?
¿EL sigue siendo nuestro deleite y pasión? ¿Seguimos orando, adorando y navegando en "las maravillas de Su Ley" (Salmo 119:18)? ¿O nos lanzamos al Facebook, Playstation, Televisión, etc... porque en esos días no necesitamos a Dios para el ministerio?
Creo ver claro que:
- Si genuinamente dependo de Dios cada día clamando "El pan nuestro de cada día, (dámelo) hoy", me es más fácil entender que cuando voy a la Iglesia a ejercer mi ministerio, mis hermanos también pasan por necesidades y necesitan aprender que Dios, no solo se ocupa de ellas, sino que quiere que se las pida.
- Llevándolo a otro plano: si Jesús es mi "pan de vida" (Juan 6:35) en mi vida diaria, y allí encuentro mi todo (esté necesitado de ayuda en mi ministerio o sea un día común y corriente), voy a poder guiar a otros a comer "cada día" de ese "pan del cielo" (Juan 6:32).
- Cada pastor debe tener MUCHO cuidado de no amar más tal o cual doctrina que a DIOS MISMO. Está el grave peligro de encontrar nuestro "pan de cada día" que nos apasiona y nos impulsa a vivir, en el simple hecho de conocer, debatir y enseñar... PERO NO EN CRISTO.
Greg Dutcher advirtió sobre enamorarse de lo que él llamó un "parabrisas teológico". Y explicaba que la doctrina no es un fin en sí mismo. Es una útil ventana para ver "la gloria de Dios", pero "debemos asegurarnos de conocer la diferencia entre mirar el parabrisas y mirar a través del parabrisas" ("Killing Calvinism: How to Destroy a Perfectly Good Theology from the Inside". Pag. 14).
De la misma manera MÚSICOS:
¡Cuidado con enamorarse de sus instrumentos, voces, ministerios, canciones, jugar a ser tal músico que les gusta, etc...! Y hacerlo de tal manera que sus letras sean hermosas... pero luego su "pan de cada día", cuando no están ocupados en "sus ministerios", sea el pan agrio y venenoso de la televisión, los pasatiempos y la superficialidad en la que vive el mundo.
Si amas más tu instrumento que a Dios... ¡arráncalo por un tiempo de tu vida y asegúrate que tu corazón está donde tiene que estar!... Porque ya sabes: "Nadie puede servir a dos señores" (Mateo 6:24). O vives apasionado por Dios o simplemente es un show que montas en el escenario para diversión del público que aun cree que los trucos de los payasos de circo son de verdad.
Luis Rodas
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