Ayer escribí un artículo acerca de la persecución que se avecina para los cristianos: "¿Eres cristiano?, estás a punto de sufrir persecución en tu país".
El mismo incluía un proyecto de ley de Argentina que busca "reprimir con penas de un mes a tres años de prisión" a todo aquel que discrimine "mediante mensajes públicos en internet".
Y vimos como rápidamente el mundo está presentando al cristianismo como una forma peligrosa de discriminación cuando llama al pecado por su nombre.
Hoy me encuentro con la "renuncia al cristianismo" de Jimmy Carter, presidente 39º de los Estados Unidos (puedes leerlo completo en castellano AQUÍ).
Esto no es algo nuevo, sucedió hace algún tiempo. Pero cuan asociado está al artículo que escribí ayer.
Se instalan fuertemente en la sociedad tres ideas muy claras:
1- Toda persona o grupo de personas que señale algo como pecado es un acto de discriminación.
Tú puedes aún fomentar la droga (como en este ARTÍCULO), pero no puedes decir que tomar esas drogas es contrario a la fe cristiana.
Youtube permite todo tipo de pornografía en su web, pero si alguien te denuncia por decir en algún vídeo que el adulterio es pecado lo quitan o cancelan tu cuenta.
2- Toda persona o grupo de personas que señale el orden bíblico para el ser humano (como la sujeción de la mujer, el matrimonio entre un hombre y una mujer, etc) está discriminando.
3- Toda discriminación, a no ser que sea propagada por el mismo Estado, es un acto delictivo.
De esta forma, Jimmy Carter, quien nunca fue cristiano sino un reconocido masón y activo trabajador para el "Nuevo Orden Mundial", sigue la misma linea.
El mezcla la violencia a la mujer, los excesos en las naciones islámicas, con el cristianismo. Presentando, como de forma tan intencionada vienen haciendo, a la religión como algo peligroso, enemigo de la paz.
Cuan similar es esto a lo que sucedió en el primer siglo de la era cristiana. Nerón mandó quemar una parte de Roma y luego culpó a los cristianos.
Allí comienza la primera persecución romana feroz contra la Iglesia.
Los cristianos fueron presentados delante de la sociedad como algo tan peligroso que cuando morían en el coliseo romano el público aplaudía.
Sólo nos queda recordar las palabras de nuestro amado Señor:
"Aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios" (Juan 16:2).
Luis Rodas
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Etiquetas:
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