Todos contra todos 1ª Parte



A finales del año pasado fui a una Iglesia y al terminar la predicación se me acercó un hombre. El me preguntó. "¿Sabes cual es la mejor forma de esconder un árbol?"
Ja... La pregunta era rarísima... Pensé que se trataba de alguien medio raro... ja... Por lo que no le presté mucha atención y le contesté algo así como "bueno... hay muchas formas".
Él, sin importarle mi falta de interés a su pregunta, me dijo: "La mejor forma de esconder un árbol es ponerle un bosque alrededor".
Yo, aun desconcertado, le dije: "Ahhhh... sí, sí... es verdad"... jaja...

Pero cuando me fui a dormir me acordé de la pregunta y respuesta de este hombre:
"La mejor forma de esconder un árbol es ponerle un bosque alrededor".
De pronto vi que no se trataba de ninguna frase desconectada ni extraña. Más bien Dios me había hablado.
"La mejor forma de esconder un árbol es ponerle un bosque alrededor".

En la historia
Lo vemos en la historia de la Iglesia.
Cada vez que Dios ha hablado o hecho algo, el diablo se ha movido paralelamente. Para cada trigo de Dios, Satanás ha sembrado su cizaña (Mateo 13:37-43).
En el Nuevo Testamento encontramos la obra de Jesús, el Espíritu Santo y el evangelio. Pero también nos sorprende que Iglesias como la de Corinto le daban la bienvenida a "otro Jesús", "otro Espíritu" y "otro evangelio" (2 Corintios 11:4).

Hace unos años hablé con un hombre que Dios había usado fuertemente para reedificar cierto aspecto de la Iglesia.
Yo había sido testigo de cuanto bien nos había hecho su trabajo en el Señor. Pero de la misma manera también era testigo de como, ciertas personas, usando esas mismas verdades, habían transformado todo aquello en un show.
Le pregunté si creía que Dios había obrado en ese tiempo. Su respuesta me desconcertó: "Aun no lo sé".

Siempre que Dios está obrando en algo, el diablo comienza a sembrar sustitutos, símiles, parecidos, excesos, abusos, medias verdades, cizañas que terminen desacreditando y debilitando esa gracia y verdad que Dios está sembrando en Su Iglesia...

Mientras Dios entregaba al Cristo para Salvación, el diablo lanzaba a sus falsos Cristos al mundo: Teudas y Judas el galileo (Hechos 5:36,37).

No te confundas
¿Estoy diciendo que Dios se ve impotente ante los sustitutos del diablo?
¡NO! "Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?" (Isaías 43:13).
Es Dios mismo quien permite esto para un propósito mayor.
Jesús dijo claramente: "Es necesario que vengan tropiezos" (Mateo 18:7).
Sólo la fe genuina permanece a través de todos los obstáculos (Mateo 13:18-23; Santiago 1:2,3).

Seamos sabios
Pero también debemos ser sabios y, "para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros", no debemos ignorar "sus maquinaciones" (2 Corintios 2:11).

Hace algunos años Dios comenzó a advertir a Su Iglesia sobre cómo ciertos hombres estaban enseñando mentiras de este mundo haciéndolas pasar como verdades bíblicas. Y no sólo habían logrado hacerse muy famosos, sino realmente ricos.
Y muy lejos de avergonzarse por esto, ellos le enseñaban a los demás (y aún lo hacen) a que todos pueden lograrlo también. Y a esto lo llaman "ministerio".

El Señor habló claramente de que esto no tenía nada que ver con él, y que debía ser confrontado.
Fue una obra de Dios para despertar a Su Iglesia a la santidad y el regreso a Su Palabra.
Pero el diablo rápidamente plantó su bosque alrededor.
Todo eso fue llevado a un extremo y abuso.
Y si nos descuidamos y no abrimos bien los ojos, vamos a dejar que el bosque se vea más que el precioso árbol plantado por Dios.

Si el Señor lo permite, en la segunda parte, explico un poco más a qué me refiero.


Luis Rodas


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