¡Así caminas con Dios! Primeros pensamientos del día.




“Has escudriñado mi andar y mi reposo,
y todos mis caminos te son conocidos” (Salmo 139:3)

Lee por favor atentamente, y relee. No abandones el devocional de hoy hasta que estas palabras penetren en tu entendimiento y corazón:

Henry Scudder (1585-1652):
“Las acciones morales en la vida de los hombres son reflejadas en la Palabra por la metáfora del ‘caminar’ o ‘andar', en el cual la persona se está moviendo de un lugar al otro.
Ningún hombre, mientras vivió aquí, estuvo ya en su hogar definitivo. Hay dos hogares contrarios a los cuales cualquier hombre está siempre dirigiéndose: o al cielo o al infierno.
Cada acción del hombre es un paso que lo dirige a un lugar o hacia el otro.
La santidad o la impiedad de la acción es un trecho recorrido hacia el lugar de gozo eterno o al lugar de tormento.
Así los hijos de Dios, mientras viven en este mundo como 'extranjeros y peregrinos’, están de camino. Este NO es el país que ellos buscan. ¡Ellos miran hacia el celestial!.
Una vida piadosa viene a ser un 'caminar con Dios' en 4 cosas:

1- El principio de la verdadera piedad comienza en 'el arrepentimiento de obras muertas’ (Hebreos 6:1) y en la fe que nos dirige hacia Dios en Cristo Jesús.
Cuando caminas diariamente en arrepentimiento de tus pecados y crees en Jesucristo para perdón, caminas con Dios.
2- El camino por el que transitan los cristianos es la voluntad de Dios reflejada en las Sagradas Escrituras. Allí encontramos la regla para una vida piadosa.
Cuando perseveras con mansedumbre en la Palabra de Dios (Santiago 1:21) caminas con Dios.
3- Quien vive una vida piadosa anda conforme al Espíritu y no a la carne.
Cuando eres ‘guiado por el Espíritu’ (Romanos 8:14) teniéndole como tu guía permanente, en vez de vivir en las obras de la carne, caminas con Dios
4- Quien camina con Dios, ve, por los ojos de la fe, a Dios presente con él en todas sus acciones. Pensando seriamente acerca de Dios en toda ocasión, recordándole en sus caminos, poniendo al Señor siempre delante de él como David (Salmo 16:8); sosteniéndose como viendo al invisible como Moisés (Hebreos 11:27); haciendo todas las cosas, como el apóstol Pablo, 'como de parte de Dios, y delante de Dios’ (2 Corintios 2:17).
Esa persona mantiene una intención constante de agradar y glorificar a Dios. ¡Así caminas con Dios!”
(“The Christian’s Daily Walk”).



 Luis Rodas

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