Gracias por oírme CULTIVANDO UN CARÁCTER PIADOSO

“Te alabaré porque me has oído” (Salmo 118:21).

 En este momento, en la ciudad donde vivo llueve a cántaros. Y mientras pienso, un trueno explota en el cielo como si Dios fuera a destruir el universo repentinamente.
 Es fácil recordar dos cosas en un momento así:
1- Eliú, el amigo de Job, dice: “Truena Dios maravillosamente” (Job 37:5). Y Job un poco antes: “El trueno de su poder, ¿quién lo puede comprender?” (Job 26:14)
2- David escribió: “Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, o el hijo de hombre, para que lo estimes?” (Salmo 144:3).

¡Que contraste!
 DIOS… relacionándose con seres como nosotros...
 ¿No parece una locura?

 ¿Qué es Dios?
 No tenemos ni idea.
 Juan Calvino escribió hace casi 500 años: “Los que quieren disputar qué cosa es Dios, no hacen más que fantasear con vanas especulaciones”. Y añadió que sólo podemos saber algo de “cómo es EL” (“Institución de la Religión Cristiana”).
 Y aún esto, apenas podemos explicarlo con las pocas palabras de A.W. Tozer: “no es igual a nada” (“El Conocimiento del Dios Santo”).

PENSEMOS
 Miremos un poco la creación de Dios para entender la magnitud del Ser del que estamos hablando:
EL UNIVERSO
“Hay miles de billones de estrellas en nuestra galaxia solamente, y los astrónomos ahora creen que existen al menos ciento cuarenta billones de otras galaxias, muchas de ellas mayores que la nuestra” (Bill Bryson - “A short store of nearly everything”).
“Los científicos estiman que en el universo visible solamente, hay diez veces más estrellas que granos de arena en las playas y desiertos de todo el mundo” (Andrew Craig - BBC On Line 07/03).
 La ciencia no tiene ni la capacidad de saber cuantas estrellas hay en el universo. Sin embargo Dios, no sólo lo sabe, sino que aún llama a cada una de ellas por su nombre (Salmo 147:4).

EL CUERPO HUMANO
“Cada uno de nosotros tiene alrededor de un trillón de células, de más de cien tipos, unidas entre sí de una manera muy compleja” (Ian Stewart - “Life’s other secret”).
“Nuestros corazones bombean el equivalente a seis mil ochocientos litros de sangre por día” (Bill Bryson - “A short store of nearly everything”).
“Nuestro cerebros procesan casi cien millones de fragmentos de información por segundo, pero aun así necesitan menos electricidad que una lamparita de luz para hacerlo.
Podemos oír más de trescientas mil notas diferentes y ver aproximadamente ocho millones de colores” (Thomas Subay - “The evidential power of beauty”).
“Una sola molécula de ADN, lleva la misma información que un tomo de una enciclopedia” (Norman Geisler - “Apologética”).

 Ahhhh…. como escribió Norman Geisler: “Mientras mayor el diseño, mayor su Diseñador” (“Apologética”).
 ¿Donde quedan todas mis preocupaciones, ansiedades, tristezas, intentos de recibir gloria o de defender mis intenciones?

Ante todo esto…
“Dios, NUNCA podré entender tanta... misericordia…
A mi boca hasta le da vergüenza decir “gracias”… Pero “escondido con Cristo” (Colosenses 3:3), un pecador como yo, se postra y dice:
Soy tan insignificante, pero tu amor me abarca aún a mí.
GRACIAS por oírme cada día”...  (Salmo 34:6,15,17; 145:18)


Luis Rodas


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