Diferentes como él (1 parte) - SERIE "LA SANTIDAD DE DIOS"


En la anterior parte de esta serie sobre la “Santidad de Dios” estuvimos viendo el 1º aspecto de lo que significa que Dios es Santo.
Estudiamos que Dios es separado de la creación, trascendente, diferente a todo el resto. Más allá.
Pero el llamado es:
1 Pedro 1:15,16 "Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo".

Muy bien, Dios es Santo. Separado de la creación, superior, más allá de todo lo creado. Altísimo.
Pero la Palabra nos ordena: “sed santos porque yo soy santo”.
¿A qué se refiere?

Dios siendo trascendente, superior, inigualable, altísimo, se hizo “semejante a los hombres” (Filipenses 2:5-8), para que seamos trascendentes, diferentes en este mundo:
Efesios 5:25-27 "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha".

La voluntad de Dios es que así como él es diferente a este mundo, así su pueblo sea diferente (Deuteronomio 14:2; 2 Corintios 6:14-18).
No por nuestras virtudes, sino porque nos amó y nos salvó:
Deuteronomio 7:6-8 "Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial,más que todos los pueblos que están sobre la tierra. 
No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto".

El nos ha apartado para él:
Levítico 20:26 "Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos". (Lo mismo lo encontramos en Tito 2:14).
Un pueblo propio, un reino de sacerdotes, una nación santa:
Exodo 19:5,6 "Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel". (Lo mismo en 1 Pedro 2:9).

Dios en el AT le había hablado muy claro a Israel que debía ser diferente:
Levítico 18:1-3 "Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: Yo soy Jehová vuestro Dios. No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos".

Pero el pueblo de Israel una y otra vez se sentía atraído a imitar a las naciones que lo rodeaban (2 Reyes 17:7,8,15).
Israel tenía un juez, Samuel. Pero ellos querían como las otras naciones (1 Samuel 8:4-7).

Por eso la advertencia de Romanos 12:2 "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".
NTV: “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo”
NVI: “Y no se amolden al mundo actual”


Luis Rodas


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