"Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros" (Mateo 1:23).
Jesús dijo: "Dios es Espíritu" (Juan 4:24). Y si bien "el Dios invisible" se hizo visible (Colosenses 1:15) a través de Su Hijo por algún tiempo entre algunos privilegiados que estuvieron con EL (1 Juan 1:1-3), hoy ya no le vemos (1 Pedro 1:8).
Por lo que la pregunta es: ¿Cómo medimos si Dios está con nosotros?
Tenemos por lo general la tendencia de pensar que si todo sucede como a nosotros nos gusta, Dios está con nosotros.
Pero esto es un claro y peligroso error.
En las Escrituras, que Dios estuviera con alguien, significaba muchas cosas diferentes:
- Jueces 1:22 cuenta que "Jehová estaba" con la casa de José y por esto tuvieron victoria en Bet-el.
- 1 Samuel 3:19 enseña que "Jehová estaba con" Samuel y así fue guiado por EL.
- Pero Génesis 39:2 explica que "Jehová estaba con" José. Y esto incluyó que sus hermanos lo vendieran como esclavo, luego fuera acusado injustamente y encarcelado por más de dos años, y todo esto sin ver a su familia, estando en una tierra ajena.
De la misma manera 1 Samuel 18:12 dice que "Jehová estaba con" David, y esto significó, tanto que venciera a Goliat (1 Samuel 17) y a todo el que se pusiera en su camino (1 Samuel 18:30); como que Saúl lo hiciera huir por el desierto (1 Samuel 21-26) y tuviera que hacerse pasar por loco delante del rey de Gat para poder sobrevivir (1 Samuel 21:10-15), y tuviera que mendigar pan a un hombre impío como Nabal (1 Samuel 25:5-8).
En situaciones tan diferentes, ¿cómo podemos medir si Dios está con nosotros?
¡No podemos ver a Dios!
Pero 1 Pedro 1:7,8 dice: "Jesucristo, a quién amáis sin haberle visto, EN QUIEN CREYENDO, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso".
No tenemos la certeza de que Dios está con nosotros en toda situación y lugar porque le vemos con nuestros ojos físicos o porque todo sale según nuestro parecer. ¡NO!
TENEMOS esa "convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1) al creer que por la muerte y resurrección de Cristo, Dios está con nosotros.
Cristo murió y resucitó por nosotros, DIOS ESTÁ CON NOSOTROS.
Esta es una realidad absoluta para los padres que están en Cristo y tienen su bebé en el hospital y apenas pueden verlo, para aquel que lucha fuertemente con su matrimonio, para el hijo con padres impíos, el hombre encarcelado por su fe; tanto como para la familia que celebra el haber podido comprar su casa, los padres que ven una genuina conversión de su hija después de haber orado por años, o un hombre con su corazón lleno de gozo y paz.
Si estás en Cristo, Dios está contigo. ¡Y ÉL es SUFICIENTE!
¡Vive lo que estás atravesando teniendo plena certeza de esto!
Luis Rodas
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Etiquetas:
Celebrando a Jesús
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