1- Cierra rápido la puerta de tu corazón
Tan pronto como despiertes en la mañana, cierra rápido la puerta de tu corazón para que los pensamientos terrenales no puedan entrar, antes de que Dios venga a ocupar el primer lugar.
Así todos los malos pensamientos se mantendrán más fácilmente fuera; y el corazón tendrá más sabor a piedad y temor de Dios durante todo el día.
Pero si tu corazón, en el principio de tu despertar, no se llena de algunas meditaciones de Dios y Su Palabra, y ardes como la lámpara en el tabernáculo (Éxodo 27:20, 21), cada mañana y tarde, con el 'aceite puro de olivas machacadas' de la Palabra de Dios, y perfumado con el dulce incienso de la oración (Éxodo 30:6, 7), Satanás tratará de llenarlo con preocupaciones mundanas o deseos carnales, lo cual va a ir creciendo inhabilitándote para poder servir a Dios en el resto del día, desprendiendo nada más que el hedor de las palabras corruptos y vanas, y la erupción de pensamientos blasfemos.
2- Comienza cada día orando y leyendo la Palabra de Dios
Comienza, por lo tanto, cada día a trabajar con la Palabra de Dios y la oración; y ofrece a Dios en el altar un corazón contrito, los gemidos de tu espíritu, y el clamor de tus labios, como tu sacrificio de la mañana, y las primicias del día (Salmo 51:17; Romanos 8:23; Salmo 130:6).
Y tan pronto como despiertes di así:
'Mi alma espera en ti, Señor, más que los centinelas a la mañana. Oh Dios, por lo tanto, sé propicio a mí, y bendíceme, y haz que tu rostro resplandezca sobre mí! Lléname de tu misericordia esta mañana, así me gozaré y alegraré todos mis días'.
3- Medita en como te guardó Dios a la noche
Tú no sabes cuan cerca espíritus malos merodearon, como león rugiente, alrededor buscando devorarte (1 Pedro 5:8;... Job 1:7), mientras tú estabas dormido sin poder cuidarte a ti mismo. No sabes el mal que podrían haberte hecho. Sí Dios no te hubiera guardado con sus santos y benditos ángeles (Job 1:10; Salmo 121:4; Salmo 34 :7; Génesis 32:1, 2; 2 Reyes 6:16).
("The Practice of Piety". Pag. 95).
Luis Rodas
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