31 Simular ser un buen árbol que da buen fruto - Serie: Cómo se vería una iglesia con gente lejos de Dios



Una persona puede parecer una oveja del rebaño de Cristo, pero en realidad ser justamente lo opuesto: un lobo.
Mateo 7:15 “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”.
Jesús está diciendo: “Cuidado”: “Guardaos de los falsos profetas”. “Guardaos”.

¿Cómo puedo diferenciar una oveja de un lobo vestido de oveja?
Para esto Jesús ahora va usar el ejemplo de dos árboles:
Mateo 7:16-20 “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis”.

Para Jesús la diferencia entre una oveja y un lobo vestido de oveja es perceptible.
¿Cómo podemos saberlo?
Versículos 16 y 20: “por sus frutos los conoceréis”.
Y lo explica de forma muy lógica y simple:
“16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
20 Así que, por sus frutos los conoceréis”.

Aquí tenemos dos árboles. Uno bueno y otro malo.
El bueno da buen fruto. Primera parte del versículo 17: “todo buen árbol da buenos frutos”
El malo da mal fruto. Segunda parte del versículo 17: “pero el árbol malo da frutos malos”.
¿Qué pasa con el mal árbol que da mal fruto?
Va al infierno eterno.
Versículo 19: “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego”.

Por eso Jesús nos lo vuelve a dejar claro. En el ejemplo anterior, aquel que vive una vida liviana, una religión engañosa donde hace lo que mejor le parece, como si entrara por una “puerta ancha”, y camina un “camino espacioso” lleno de despreocupación, termina en “la perdición”.
En este ejemplo, aquella vida que no da buen fruto, claramente es un “árbol malo”, y “todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego”.
Aquí puede simular ser un buen árbol, un bonito árbol religioso. Pero Jesús nos dice: “No mires su apariencia, mira el fruto de su vida. Eso es lo que veo yo”. “Por sus frutos los conoceréis”.

Dice que cree en Jesús, ¿obedece en su vida lo que dice Jesús?


Luis Rodas


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