La gracia cambia nuestra perspectiva hacia el pecado



William MacDonald: “Si estuvieras abandonado en una isla desierta con un solo libro de la Biblia, ¿qué libro escogerías?
Francamente, espero que nunca tenga que elegir así, pero si fuera necesario, ¡pienso que escogería los Salmos!
Es tan grande la gama de los temas que contiene, y tan completo su catálogo de las experiencias de la vida, y tan exaltada la adoración que expresa, que estaría bien suplido con rica comida espiritual y material para alabanza y oración por largo tiempo” (“Comentario Bíblico de William MacDonald”. Pag. 245).

Hoy vamos a comenzar con el Salmo 1
Y en esta predicación vamos a ver dos cosas:
1- La persona que practica el pecado tranquila no es cristiana.
Una de las difamaciones contra Dios es que a él le da lo mismo si buscamos agradarlo o no.
2- La gracia de Dios cambia por completo nuestra perspectiva hacia el pecado.


Todo el salmo hace un claro contraste entre dos grupos de personas.
Primer grupo:
Salmo 1:1 "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado".
“malos” (“rashá”):  “una palabra empleada con frecuencia en contextos judiciales. Los ‘rashá’ son los que han sido declarados culpables por un juez, un tribunal o Dios” (“Salmos. Comentario Concordia”. Pag. 33)
“pecadores”
“escarnecedores”:  burlarse (Proverbios 14:9, 16; Salmo 10:10,11).

Segundo grupo (los “bienaventurados”):
Salmo 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche".

No dice que “en las PROMESAS de Jehová está su delicia”, sino “en la ley de Jehová”.
Ellos van a la Palabra de día y de noche para saber qué le agrada a Dios y se deleitan en obedecer a Dios.
La versión Septuaginta traduce: “en la ley del Señor está su voluntad”.
Esto coincide con el Salmo 119:35: “Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad”.

Ellos “a su tiempo darán fruto” porque son “árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya” (Isaías 61:3), y sus raíces son alimentadas por “el río que alegra la ciudad de Dios” (Salmo 46:4).

El primer grupo de personas no siempre es fácil de distinguir. En muchos casos se entremezclan con el segundo grupo:
Salmo 1:4 "No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento".
“tamo”: “Polvo o paja muy menuda de varias semillas trilladas, como el trigo” (RAE).

Pero en el momento determinado por Dios soplará el juicio de Dios que los distinguirá (“arrebata el viento”)
Juan el Bautista dijo de Jesús:
Mateo 3:12 "Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará".

Muchas veces esto sucede mientras viven. En otros casos será en el juicio final:
Salmo 1:6 "Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá"
Biblia de las Américas. “No se sostendrán los impíos en el juicio”.

Serán arrastrados por el viento del juicio de Dios.
Algunos de repente en esta vida: (Mateo 7:24-27)
Otros, aunque ahora se disfracen y se entremezclen con el trigo, en el juicio no podrán ocultarse: (1 Timoteo 5:24).
Pero podemos estar seguros de algo:
Salmo 1:6 "Porque Jehová conoce el camino de los justos".
“conoce”: no tiene dudas al respecto.
Es lo contrario a Mateo 7:21-23.
Los otros quedan expuestos al juicio.
“mas la senda de los malos perecerá”
“perecerá” = “camino que lleva a la perdición” (Mateo 7:13)

En la parábola de las diez vírgenes, cinco fueron prudentes y cinco insensatas porque no guardaron aceite en sus lámparas:
Mateo 25:10-12 "Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!
Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco".

“no os conozco” (Mateo 25:12) igual a “Jehová conoce el camino de los justos”

En el llamado “juicio a las naciones” en Mateo 25 dice que Jesús “se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda” (Mateo 25:31-33).
¿Qué diferencia había entre las ovejas y los cabritos?
A las ovejas les dijo: "Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis" (Mateo 25:40).
Y a los cabritos les dijo: "Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis" (Mateo 25:45).
Y el resultado fue: "E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna" (Mateo 25:46).

Los cristianos genuinos tienen una característica bien clara: quieren agradar a Dios.
Filipenses 2:12,13 "Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad".

No se trata de que son perfectos. Cometen muchos errores y eso los mantiene humildes y dependientes de Dios.
Pero jamás tratan sus errores con liviandad, indiferencia o los practican como si la gracia fuera un permiso para el libertinaje.
Thomas Watson: “Aunque el pecado vive en él, él NO vive en pecado.
Hay mucha diferencia entre el pecado en el malvado, y el pecado en el piadoso; la misma diferencia que el veneno estando en una serpiente, y el veneno estando en el hombre.
El veneno en una serpiente está en su lugar natural, pero el veneno en el cuerpo del hombre es perjudicial, y él usa un antídoto para expulsarlo.
El pecado en el malvado está en su lugar natural. Pero el pecado en un hijo de Dios produce dolor y usa todos los medios para expulsarlo” (“The godly man’s picture”. Pag. 6,7).

La gracia de Dios cambia totalmente nuestra perspectiva hacia el pecado (Tito 2:11-14; Salmo 97:10; 119:104).
La Iglesia de Éfeso tenía algo que a Jesús le agradó: (Apocalipsis 2:1-6).
El verdadero cristiano tiene un sello: (2 Timoteo 2:19).

Vuelvo a decir: no se trata de que no peca: (1 Juan 1:8-2:1).
La diferencia es que él lucha por agradar a Dios cada día. El se esfuerza en la gracia:
2 Timoteo 2:1 "Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús".
Los otros pecan tranquilos escudados en la misericordia de Dios.

Saúl pecó y encontró mil justificaciones delante del profeta Samuel.
David pecó y dijo: “yo reconozco mis rebeliones... purifícame... lávame” (Salmo 51:3,7).

Conclusión
Existen solo dos caminos.
Existen solo dos grupos de personas:
a) los que viven siguiendo su propia voluntad y deseos
b) aquellos que por ser afectados por la gracia de Dios buscan cada día agradar a Dios

Unos pueden declararse lejos de Cristo o simular ser cristianos, pero igualmente un día Jesús les dirá “Nunca os conocí”.

Los otros fueron hechos pueblo de Dios, son conocidos por EL, y la promesa es:
Isaías 66:1,2 "Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?
Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra".


Luis Rodas


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