El diablo atado
Luego el diablo será apresado:
Apocalipsis 20:1-3 "Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.
Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo".
Juicio del cristiano
Apocalipsis 20:4 "Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años" (2 Corintios 5:10; 1 Corintios 3:11-15).
El milenio
En la tierra habrá mil años de paz: Apocalipsis 20:4-6 "Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años".
(Isaías 9:6; 65:19-25; Daniel 7:13,14; Miqueas 4:1-8; Zacarías 14:1-9; Apocalipsis 2:25-28).
John MacArthur: “El gobierno milenario de Cristo y de los santos se distinguirá por la presencia de justicia y paz (Isaías 32:17) y gozo (Isaías 12:3,4; 61:3,7). Físicamente será un tiempo en que no habrá maldición (Isaías 11:7-9; 30:23,24; 35:1,2,7)” (“Porque el tiempo sí está cerca”. Pag. 289)
Última rebelión
Al final de los mil años el diablo será soltado:
Apocalipsis 20:7-9 "Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.
Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió".
Hasta que el diablo finalmente será lanzado al “lado de fuego”:
Apocalipsis 20:10 "Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos".
Juicio final
Allí vendrá el juicio final:
Apocalipsis 20:11-15 "Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego" (1 Corintios 15:20-28).
Nueva Jerusalén
Y finalmente viviremos “cielos nuevos y tierra nueva”:
Apocalipsis 21:1-3 "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios".
21:4: Salmo 56:8 “pon mis lágrimas en tu redoma”.
La “Biblia de Estudio Arqueológica” explica que esto “refleja la práctica en el clima árido de Israel de preservar líquidos valiosos en una bolsa de cuero hermética” (Pag. 881).
Nuestro Señor valora cada una de las lágrimas que has llorado. Las guarda fielmente en lugar seguro y tiene un libro donde las registra una por una:
“¿No están ellas en tu libro?”
El enemigo de nuestras almas puede decir lo que se le ocurra. Pero todo lo que has vivido y lo que vivirás, NO ES EN VANO (Apocalipsis 7:16,17; Isaías 40:11).
¿Para qué guardaría el Señor tus lágrimas y llevaría un registro de ellas sino para recompensarlas una a una?:
Isaías 51:12 “Yo, yo soy vuestro consolador”.
Todo está siguiendo el plan perfecto y eterno de Dios.
Estamos en guerra y nosotros pertenecemos al Reino de los cielos. Y esto que acabamos de leer es lo que sucederá con exactitud.
Pronto estaremos dentro de esa multitud en el cielo de Apocalipsis 19 gritando: “¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!”
Estamos en guerra pero sabemos perfectamente que todo esto es pasajero y que pronto todo enemigo del Rey de reyes será puesto debajo de sus pies (1 Corintios 15:25).
Luis Rodas
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