¿Es necesario saber sobre los últimos tiempos?



En la última década muchos han, no solo dejado de hablar de los últimos tiempos, sino hasta enseñan que la Iglesia se ha equivocado al hablar de esto, ya que el énfasis, según ellos, debe estar “en el más acá” y no “en el más allá”.
Algunos describen esto como una “teología irresponsable”.
El mensaje de los últimos tiempos, para ellos, es un escapismo que distrae a la Iglesia de su misión de llenar los gobiernos, la televisión, las artes y demás con cristianos.

El saber lo que viene y que toda profecía bíblica se cumplirá nos hace vivir alertas, velando:
1 Pedro 4:7 "Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración".
“sobrios”: proviene de “sofronéo” (Prudente, pensar con sensatez).
“velad” (“néfate”): Diccionario Vine: “un estado de alerta moral”.
El pensar en el fin a los primeros cristianos no les distraía de lo que debían hacer en el presente. Por el contrario los llevaba a una vida prudente, sobria, provechosa, temerosa de Dios, y a una alerta santa en oración (Mateo 24:42-44; Santiago 5:8,9).
También nos lleva a congregarnos fielmente (Hebreos 10:25).

Necesitamos enseñar sobre cómo debemos vivir en el presente, así como el cristiano debe saber claramente lo que vendrá y prepararse para ello.

Así vivían los cristianos del primer siglo
Ellos vivían esperando la venida del Señor (1 Corintios 1:7,8; Tito 2:11-13; Romanos 8:18-27; 1 Tesalonicenses 4:13-18).
No tenían la mentalidad de “su mejor vida ahora”:
1 Corintios 7:29-31 "Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa".
Debemos amar su venida (2 Timoteo 4:8; Hebreos 13:14).

El problema está cuando queremos inventar nosotros mismos lo que la Iglesia debe enseñar.
Lo que la Biblia dice es lo que la Iglesia debe enseñar.
Y la Palabra hace mucho énfasis en los últimos tiempos.
“De las 333 profecías relativas a Cristo, en su primera venida solo se cumplieron 109, dejando las restantes 224 para que se cumplan en su segunda venida.
En el AT hay un total de 1527 pasajes bíblicos referentes a la segunda venida.
En el NT , 330 versículos se refieren a la segunda venida de Cristo.
El propio Señor se refiere  a su regreso 21 veces en las escrituras.
Ignorar un porcentaje tan alto de la Palabra de Dios abre la puerta a todo tipo de falsas doctrinas y falsas esperanzas” (José Jordán - “La cuenta regresiva al Armagedón”. Pag. 14,15).

Esta debe ser la mirada de la Iglesia:
2 Pedro 3:1-14 "Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 
Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 
Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 
Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz".

Por el contrario, estar buscando nuestra “mejor vida ahora” en vez de hablar de la inminente segunda venida de Cristo nos lleva a parecernos a la generación de Noé (Mateo 24:37-39).

Si callamos
No se trata de una "teología irresponsable", fatalismo, fantasía, ni nada por el estilo... Se trata de estar alerta y amar la venida de nuestro Señor, como los primeros cristianos...

Todas las señales del fin que ahora podemos ir viendo su cumplimiento, NO LAS INVENTÓ EL PREDICADOR DE TURNO, sino que nos las dio DIOS mismo en Su Palabra para nuestra advertencia.
¿Que hombres hicieron un exceso de todo esto? Sí. Pero eso no nos da licencia para burlarnos de este tema tan importante.

Aun en el caso de Apocalipsis, Jesús mismo dijo: "Bienaventurado (feliz, dichoso, le irá bien) el que guarda las palabras de la profecía de este libro" (Apocalipsis 22:7)

¿Debemos permanecer confiados en nuestro Señor al ver las señales del tiempo del fin?
Por supuesto que SÍ. Pero también conociendo los tiempos que estamos viviendo y en ALERTA, sabiendo que nuestro Señor viene.


Luis Rodas


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