Prefiriendo mis cerdos antes que a Jesús
Es interesante que estos gadarenos no solo se perdieron milagros en toda la región, perdieron a Jesús mismo.
Ellos prefirieron un hato de cerdos antes que a Jesús.
A cuánta gente le pasa lo mismo.
¿Ir a la Iglesia los domingos?.... bue.... ¿Creer en Jesús?.... bue.... ¿Leer la Biblia de vez en cuando?.... uhmmmm... bue.... ¿Escuchar predicaciones en mi casa?.... uhmmmm... bue....
Pero ¿perder mi hato de cerdos?.... DE NINGUNA MANERA....
Mucha gente quiere el negocio perfecto: poca inversión y mucha ganancia.... Jeje... La religión perfecta...
El loco
Los gadarenos, supuestamente cuerdos, se comportaron como locos: prefirieron un hato de cerdos a Jesús.
Pero el loco.... actúo como el más sensato:
Marcos 5:18-20 "Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban".
Miren, imaginemos al más prestigioso experto en obras de arte. Ha recorrido los más afamados museos de arte, ha conocido a cuanto artista talentoso haya existido en su época, puede describir con lujo de detalle cada pintura o escultura que merezca ser recordada.
¿Cómo haces para que se deleite en una nueva obra de arte?
Ya ha visto lo mejor de lo mejor de lo mejor de lo mejor.
Sus ojos ya han visto las perfecciones en cada estilo.
Algo así, pero muchísimo más es Dios. El es el escultor y pintor del Universo. El Creador de todo lo creado. El Dios perfecto que dice no se complace en la fuerza del caballo no se deleita en la agilidad del hombre (Salmo 147:10).
¿Qué puede deleitarlo? El es la perfección de lo perfecto.
Sin embargo mira lo que dice cuando ve a Su Hijo:
Mateo 3:17 "Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia".
“complacencia” (“eudokéo”: deleite, placer, satisfacción).
Dios declara en Su Palabra que no hay nada a lo que podamos tener acceso que tenga más importancia que Su Hijo amado:
Colosenses 1:17-19 "Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud".
1:18: “preeminencia” (“proteúo”): el primer lugar
Estos gadarenos se comportan como lunáticos y prefieren su hato de cerdos y les suplica que los deje tranquilos. Mientras el loco desnudo de los sepulcros quiere seguirle.
Y Dios dice: “No puedes conocer nada más hermoso, perfecto, completo, que te hará pleno. El es mi deleite, mi Hijo amado, el que tiene el primer lugar en todo”.
Y ¿nosotros?
¿Tiene Jesús la preeminencia, el primer lugar en nuestras vidas?
¿Tiene Jesús el primer lugar en nuestras mañanas?
¿Tiene Jesús el primer lugar en nuestras noches antes de acostarnos?
¿Tiene Jesús el primer lugar en nuestras decisiones?
¿Tiene Jesús el primer lugar en las metas de nuestra vida?
¿Tiene Jesús el primer lugar cuando podrías fornicar o mirar una mujer que no es tu esposa?
¿Tiene Jesús el primer lugar cuando busco una Iglesia a mi gusto y No lo que él quiere? (“no encuentro una Iglesia que cumpla mis expectativas)
¿Tiene Jesús el primer lugar cuando no deberías mentir aunque te cause grandes problemas porque prefieres a Jesús?
¿Tiene Jesús el primer lugar en tu vida y pasas más tiempo orando y leyendo la Palabra de Dios que mirando la televisión?
¿Tiene Jesús el primer lugar cuando no tengo ni idea cual es la voluntad de Dios en cada situación y aun así tomo decisiones? (¿No tiene potestad Dios para hacer de ti lo que él quiera?)
¿Tiene Jesús el primer lugar u ocupa el segundo porque piensas: “¿Cómo Dios no va a querer eso para mí si es lo que más me gusta?”? (¿Y si Dios tiene otro plan?)
Si tú ocupas el primer lugar, tú tienes la preeminencia en todo, y vaya a saber qué lugar ocupa el Señor... ¡Eso es idolatría!
Muchos deportistas dejan su adolescencia, su juventud y el principio de su adultez, apenas ven a su familia, casi no ven crecer a sus hijos, en muchos casos dejan su país, desechan los vicios, las grandes comidas, viven para su carrera deportiva.
Muchos de ellos han alcanzado grandes logros porque son obsesivos de su profesión. Esa es su vida. Su meta. Su pasión.
Y todo el mundo los aplaude y se saca fotos con ellos.
Por lo visto, Jesús... no vale lo mismo que una carrera deportiva...
Si alguien vive así por Jesús se lo considera un fanático, un extremista, alguien que está malgastando su vida.
Muchos dicen: “Si Jesús algún día me pide que renuncie a lo que sea, yo lo dejo”.
Pero solo se engañan a sí mismos.
Si hoy Jesús no tiene el primer lugar, ¿cómo piensas que un día el Señor se te aparecerá y te pedirá que hagas no se qué?
Malaquías 1:6-14 "El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio,¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos.
¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos. Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable.
Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.
Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones".
¿Jesús para ti vale más que tú hato de cerdos?
Luis Rodas
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Muy fuerte esta exhortación del Señor... De verdad Luis te agradezco por dejarte usar por el Señor, muchas bendiciones para ti y tu familia!
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