LA SUMISIÓN AL REY - Primeros pensamientos del día

“Yo he puesto mi Rey...
Honrad al Hijo"
(Salmo 2:6,12)

En el devocional de ayer vimos como el Salmo 2 nos presenta la rebelión del hombre contra Dios (versos 1-3).
¿Cuál es la respuesta de Dios?
La vemos en dos pasos:
  1- Dios responde estableciendo un Rey: Su Hijo (versos 6 y 7). Este Hijo volverá a la tierra al orden lógico, justo y verdadero (versos 8 y 9)
  2- Los que no se someten a Su Rey enfrentarán Su ira (versos 5 y 12)

¡Jesús es la respuesta de Dios a la rebelión del hombre!
Y nuestra respuesta al Rey establecido por Dios nos posiciona en uno de dos grupos:
  1- Los que son “prudentes” y “admiten amonestación” (verso 10), “sirven a Jehová con temor y se alegran con temblor” (verso 11), "honrando al Hijo” (verso 12)
  2- Los que se rebelan al Hijo provocando así Su “enojo”, "perecerán en la ira" que se "inflama de pronto” (verso 12).

El llamado del evangelio no es a simplemente asentir mentalmente, sólo repetir una oración de entrega, o estar de acuerdo con que Dios existe, que Jesús murió en una cruz y la Biblia tiene razón. ¡NO! ¡No sólo eso!
El llamado del evangelio es:
  1- al arrepentimiento de haber sido parte de la rebelión del hombre contra Dios
  2- someter nuestra vida por completo al Rey establecido por Dios: el Hijo

¡Esto es creer en el evangelio que tiene poder para salvar (Romanos 1:16)!
El llamado es: “El reino de Dios se ha acercado: Arrepentíos y creed en el evangelio” (Marcos 1:15).
Poner nuestra fe en Cristo, es el arrepentimiento de haber vivido en rebelión, creer que EL pagó el precio de nuestro pecado (Romanos 3:25), confiando que así somos "librados de la ira venidera” (1 Tesalonicenses 1:10), y tener ahora el impulso de "querer y hacer” la voluntad del Hijo (Filipenses 2:13; 2 Corintios 5:15; Romanos 6:17,18; 1 Corintios 15:28; Filipenses 2:10,11; Santiago 2:14-26; Efesios 2:8-10).
Cualquier cosa menor a esto es una “religión vana” (Santiago 1:26).

A estos, a los de fe genuina, el Salmo 2, los define como los benditos de la tierra:
“Bienaventurados todos lo que en EL confían” (verso 12).
¿Eres tú parte de ellos?

Luis Rodas 

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