No busquemos nuestros 15 minutos de fama



Para entender mejor esta quinta parte de "El diablo también usa el versículo 'que contendáis ardientemente por la fe'" te recomiendo que leas primero las anteriores:
- 1- El diablo también usa el versículo "que contendáis ardientemente por la fe"
- 2- No confundamos "sana doctrina" con una religión más económica
- 3- Si andas por ahí cortando cabezas, ¡debes leer esto!
- 4- Págales y te dirán todo lo que quieras oír

En la anterior parte de esta serie fuimos advertidos por las palabras de Judas acerca de aquellos que "se lanzaron por lucro en el error de Balaam" (Judas 11).
Y hablamos un poco sobre predicadores "codiciosos de ganancias deshonestas" (1 Timoteo 3:3) que "adulan a las personas para sacar provecho" (Judas 16).

Pero sin duda lo que vimos en ese artículo NO es lo único que podemos aprender al respecto.
El texto dice: "se lanzaron por lucro en el error de Balaam" (Judas 11).
Estas personas, a las que se refiere Judas, usan el ministerio para provecho propio.
La gente simplemente es un medio para alcanzar sus fines personales.
Lo llamativo es que uno puede ser culpable de esto AUN HABLANDO CONTRA ESTO.

¿Cómo?
Bueno, para explicarlo voy a decir lo que ya dije varias veces:
Cuando empezamos "Es Hora de Ser Real" lo hicimos creyendo que era necesario, pero la realidad es que pensábamos que íbamos a tener el mismo rechazo que habíamos experimentado por años.
Lo que nos sorprendió es lo que sucedió.
Miles y miles de personas comenzaron a visitar el blog, y junto con el trabajo de otros hermanos, se transformó en una bola imparable que llenó internet de "denuncias", "advertencias", "exhortaciones", y palabras como "lobos rapaces", "apóstatas"y "falsos profetas" se pusieron casi de moda.
Todos los días nos escribían cualquier cantidad de correos informándonos que habían iniciado un nuevo blog de "defensa de la fe" y pidiéndonos que los recomendemos en el nuestro.

¿El problema?
No sólo que cometimos muchos excesos, sino que la denuncia del usar el ministerio para provecho personal, se volvió un NUEVO medio para sacar un provecho personal.
Se volvió algo así:
¿Quieres un poquito de fama?
Pues empieza a hablar mal de las personas más famosas que encuentres, haz algún vídeo o programa de radio burlándote con todas tus fuerzas de ellos, grita "apóstatas" y "lobos rapaces" unas cuantas veces, publica algunas fotos que llamen la atención de no se qué predicador o cantante, a cualquier cosa que haga el otro critícalo con furia diciendo que eso es ser "mundano", y tienes el éxito asegurado. ¡Eres el nuevo "defensor de la fe" a los cuales las masas ensalzarán!
De pronto, el medio para ser famoso era criticar a los famosos evangélicos.

Una nueva idea
Cuando la gente se hartó de ver el vídeo de Marcos Witt y el ecumenismo, de leer sobre las últimas palabras apóstatas de Cash Luna, y de escuchar los mismos versículos una y otra vez; algo había que hacer.
¿Solución?
Pues algunos decidieron aumentar la apuesta y rompieron los límites. Ya los ataques no eran solo dirigidos a aquellos que claramente estaban encubiertos en las Iglesias. Sino que ahora anunciaban la caída también de todo el que se les cruzara por el camino.
La NUEVA Y GRAN noticia estaba en primera plana: ¡Fulano de tal también es un apóstata!

Y claro, esto volvió a captar la atención de muchos.
Un blog que solía publicar notas, estudios y vídeos realmente interesantes, un día decidió escribir su crítica contra un pastor. A los pocos días reconocía este bloguista sorprendido, que nunca lo habían visitado tanto. Que escritos de Jonathan Edwards, John Owen, ni vídeos de predicaciones de John MacArthur, habían logrado captar tanto la atención como su ataque contra este pastor.
A la semana, por presión de algunos, quitó sus palabras del blog, con una aclaración de que él en realidad se había metido en algo que no tenía ni idea.
Pero eso sí, la acusación la volvió a detallar e, increíblemente, dejó un recuadro a la derecha de su blog con el nombre bien grande del pastor para que todos puedan acceder a este artículo.
¡Y esto lo dejó por meses!
Al entrar al blog no encontrabas un versículo bíblico, el propósito del blog, o algo así. ¡NO!. Tenías el hermoso artículo que había triplicado las visitas hacia su blog.
Hasta el día de hoy pones en Google el nombre del autor y del blog y el buscador te da como primera opción el artículo famoso.

Calvinismo a la carta
De la misma manera algunos, viendo que el MERCADO YA ESTABA SATURADO Y CANSADO de críticas contra el G12, Ronny Chaves y demás, buscaron nuevos rumbos.
Algunos percibieron el creciente interés por el Calvinismo y se hicieron más calvinistas que Calvino.
Yo, personalmente, conozco hermanos que sin duda aman a Dios y que abrieron los ojos ante la gloriosa doctrina de la Soberanía de Dios y hoy en día enseñan el calvinismo. Los amo y los respeto.
Otros no los conozco personalmente, pero es notorio su amor y fidelidad a Dios y también han sido influenciados por el calvinismo.

Pero también hay de los otros. Personas que vieron venir esta nueva ola y decidieron subirse a ella y mantenerse en el foco de interés de la gente.
Cuando digo "nueva ola" NO me refiero al calvinismo en sí, sino al auge que ha tenido en el último tiempo.

¿Sana doctrina?
Algunos otros hoy, viendo la cantidad de gente que sigue a ciertos predicadores a los que se asocia con la "sana doctrina", de pronto ven su conveniencia de tenerlos en su Iglesia.
Los que están buscando en la ciudad una congregación asociada al pastor fulano de tal, irán allí pensando que se sigue la misma linea.
La sorpresa está cuando termina el evento y el pastor, a la semana siguiente, predica sobre psicología, prosperidad, etc...
El nuevo congregante, captado a través del evento, se pregunta, ¿qué pasó?.
Lo que sucedió es sencillo: No se trataba de una afinidad de doctrina y corazón con los predicadores que invitó, sino de un intento de captación a cierto sector de evangélicos de la ciudad.

Por supuesto también, como en el caso de los calvinistas, están los otros. Los pastores que han abierto los ojos, y han provocado un cambio notorio en su Iglesia, por una única razón: Dios ha tenido misericordia y los ha librado de doctrinas erróneas y ahora quieren llenar su Iglesia de la verdadera enseñanza de la Palabra.

Todo esto NO tiene ninguna diferencia con lo que hemos estado viendo década tras década:
enseñar por modas evangélicas para mantenernos en la cima de la ola.
Alguna vez fue la unción, luego la alabanza y adoración, la guerra espiritual, sanidad interior, la Iglesia en células, la autoestima, el "polvo de oro", el "nuevo apostolado", etc, etc...

Y cada círculo evangélico tiene los temas de interés para su época y sus famosos que todos quieren imitar para conseguir la fama que tienen ellos.
Cuantos pastores van incorporando las enseñanzas nuevas que van apareciendo para que los sigan invitando a los congresos que se hacen cada año.
Judas define a personas así como "nubes sin agua, llevados de acá para allá por los vientos" (Judas 12).
A veces estas cosas se presentan como "grandes profundidades del Espíritu", pero en realidad, actuando así, no somos más que "niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina" (Efesios 4:14).

¿Qué nos lleva a buscar qué quiere oír la gente?
Simplemente lo que advertía Judas: el usar el ministerio para provecho propio.
Judas escribió que estos "se apacientan a sí mismos" (Judas 12).
Y que su deseo de permanecer en la cima de la ola del momento, los transforma en "fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza" (Judas 13).

Lo que nos impulse a predicar, escribir o lo que sea que hagamos, NO debe ser lo que creemos que le gustará a la gente o que logrará mayor exposición ante el mundo evangélico. ¡NO! Por Dios, ¡NO!

La pregunta debe ser: ¿Qué quiere DIOS que diga?
Sino estaremos predicando nuestro propio mensaje para nuestra propia gloria.
Jesús dijo: "El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca" (Juan 7:18).

El mandato es hacer y decir lo que Dios nos manda, buscar la gloria del que nos envió, y buscar nuestros temas a predicar en las Escrituras.
NO novedades para el público.
Dios nos dice: "Tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina" (Tito 2:1).
No estés mirando qué provoca más visitas a tu página, más descargas de tus predicaciones, o qué quita más gente de otras Iglesias y las trae a la tuya.
Concentrémonos en ser como Aquel que dijo: "No busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre" (Juan 5:30).

15 minutos
De lo contrario, puede que obtengamos cierto nombre, cierta exposición, pero TENLO POR SEGURO, durará muy poco.
Por eso Judas, ante todo esto, describe a personas con esta actitud como "ESTRELLAS ERRANTES" (Judas 13).

El "Comentario Bíblico del Expositor" explica que "la referencia aquí podría ser a la de meteoros, estrellas fugaces, cometas o planetas" (Pag. 11).
Y Juan Calvino dice que "los llama estrellas errantes, porque deslumbran los ojos con una especie de luz evanescente"("Comentario de Judas". Pag. 314).
"Evanescente" se refiere a algo que se desvanece o esfuma.

Estar más concentrado en qué tema o tipo de enseñanza llamará la atención de la gente, que en qué quiere Dios que hablemos y qué dice la Palabra al respecto, puede transformarnos en "estrellas".
Pero hermano, en "estrellas errantes", estrellas fugaces con 15 minutos de notoriedad, cuya luz pronto se esfuma.

Nuestro trabajo se trata de permanecer fieles al Señor y la Verdad.
Si a Dios le place usarte de una manera notoria para algunos o muchos, lo que te asegurará que es EL y no que eres una estrella fugaz, es que cuando eso suceda, te encuentre haciendo lo mismo de siempre: clamando a Dios para que EL te use para Su gloria, y predicando totalmente influenciado por lo que encuentras en la Palabra de Dios.
Un día "contenderás ardientemente por la fe" basado tal vez en Judas, en otro tiempo enseñarás sobre el matrimonio basado tal vez en Efesios 5, en otro período hablarás de los últimos tiempos quizás usando Mateo 24; y sucesivamente...

Tu agenda no la manejarán las modas del momento, ni el deseo de exposición, ni el buscar las alabanzas de los aduladores.

A esto se refiere Judas casi en el final de su epístola, cuando dice: "Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo" (Judas 20).
¿Acaso no hemos descuidado estas palabras casi finales de Judas?

Luis Rodas


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