A la lógica del ateo le faltan elementos



Para entender mejor esta segunda parte de "La única manera de saber si Dios existe" te recomiendo que leas primero la anterior:
- 1- El hombre no está capacitado por sí mismo para determinar la existencia de Dios

Un poco más de 300 años antes de Cristo, Aristóteles, el filósofo griego, dijo que la velocidad con la que cae un elemento depende de su peso.
Por casi 2000 años simplemente se creyó esto. Hasta que en el siglo 17, Galileo Galilei investigó un poco más y descubrió que esto no era verdad.
Contrario a la lógica de ese momento, dos elementos de diferente peso, por más dispares que sean, caen a la misma velocidad.

Esto nos deja dos verdades:
1- La lógica que derivaba de los elementos que se tuvieron por 2000 años no sirvió ni aun para determinar algo sencillo como la caída + peso.
Por lo que toda conclusión era errónea al respecto por faltarles elementos para poder determinar con certeza.

2- Es determinantemente fácil saber que las conclusiones científicas a las que llegamos hoy, ya sea objetiva o subjetivamente hablando, mañana serán vistas como infantiles debido a que se tendrán nuevos elementos para considerar.
Si el mundo existiera 2000 años más, ¿cómo vería esa civilización nuestras conclusiones de hoy venidas de la lógica y la experiencia científica?.

El dilema de las "fuerzas básicas"
De la misma manera no fue hasta el siglo 20 que el hombre conoció lo que se llama "fuerzas nucleares".
Hasta ese momento se creía que había solo 2 fuerzas básicas en la naturaleza: la "gravedad" y el "electromagnetismo".
Hasta que hace pocos años se descubrieron dos más: "la fuerza nuclear fuerte" y la "fuerza nuclear débil".

Pensemos en infinidad de certezas de parte de la ciencia del hombre hablando de que la naturaleza SOLO cuenta con dos fuerzas básicas.
Los hombres más respetados y escuchados negando la posible existencia de cualquier otra fuerza.
¿Por qué?
Porque en su momento no contaban con los elementos necesarios para poder detectar aquellas otras dos "fuerzas básicas"que hoy se reconocen.
Ahora se habla de 4 "fuerzas básicas".

En realidad, ¿existirán más?
Tal vez nuevos descubrimientos científicos con el tiempo hablaran de 6, 10, o miles de "fuerzas básicas". ¡Vaya a saber!

Y volvemos a lo mismo
Esto desemboca nuevamente en el mismo punto: el hombre por sí solo no tiene los elementos necesarios para investigar a Dios.
A pesar de que Dios no está lejos. Pablo dijo: “Ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:27,28).
Pero el hombre no tiene por sí mismo capacidad de poder percibirlo:
1 Corintios 2:14:
"Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente".

Esto quiere decir simplemente que el "hombre natural", la persona que no ha experimentado el "nuevo nacimiento" dado por Dios (Juan 3:3; 2 Corintios 5:17; Gálatas 6:15); no está capacitado para "percibir" cualquier cosa que tenga que ver con esa esfera de vida desconocida para él proveniente del "Espíritu de Dios".
Por esta razón cualquier cosa que tenga que ver con esa esfera que él NO puede percibir, al ateo le parecerá ilógica, insensata... 1 Corintios 2:14 dice literalmente "locura".
Sencillamente porque "no las puede entender".
NO porque sean ilógicas. Sino porque dentro de los elementos de la lógica que él maneja para separar lo que es lógico de lo ilógico, al ateo le faltan millones de elementos.
"Porque se han de discernir ('separar, distinguir') espiritualmente".
Y toda la esfera espiritual para el ateo es un Universo por COMPLETO inexistente al que no puede acceder de ninguna manera.

Un ejemplo de esto
En el lugar donde estás en este momento hay todo tipo de voces y canciones. Hay gente hablando de política, música, religión, moda, recetas de cocina, temas generales, etc, etc, etc...
¿Por qué digo esto?
Ahí donde estás están pasando frecuencias de radio que solo pueden ser captadas por un aparato que sintonice esas ondas llamado “radio”.
Esas ondas están ahí, pero no las puedes ver ni oír ni percibir de ninguna manera hasta que enciendes tu radio.
De la misma manera ahí está Dios. No hay manera de huir de él.
David alguna vez cantó: “¿A donde me iré de tu Espíritu? ¿Y a donde huiré de tu presencia?. Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra” (Salmo 139:7-10).

“Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28).


Luis Rodas


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