Para entender mejor esta cuarta parte de "La única manera de saber si Dios existe" te recomiendo que leas primero las anteriores:
- 1- El hombre no está capacitado por sí mismo para determinar la existencia de Dios
- 2- A la lógica del ateo le faltan elementos
- 3- Cuidado cuando decimos que nuestra fe es “locura”
El ser humano lucha desde hace siglos para comprender el mundo material que lo rodea haciendo miles de hipótesis y teorías que con el correr de los años se van destruyendo a sí mismas bajo la luz de nuevos descubrimientos que demuestran los caminos insondables de Dios.
El hombre que aun no puede terminar de comprender, por ejemplo, un milagro cotidiano que sucede alrededor de 3 veces por segundo en el mundo, como es el nacimiento de un bebé; quiere comprender con su raciocinio ni más ni menos que a Dios.
El hombre que no logra comprender ni qué es la llamada "física cuántica" que comenzara a desarrollar Max Planck y luego Albert Einstein, pide con violenta soberbia: "A ver, dame una prueba de la existencia de Dios. Algo concreto, que se pueda medir. ¿Cual es la prueba tangible de la existencia de Dios? Explícame a Dios".
Dominado por una altivez prodigiosa que lo hace hablar tan seguro de que él tiene la capacidad de comprender a Dios, y de tener la ciencia y elementos suficientes para probar o desaprobar su existencia, sonríe contento diciendo: "Ja… Dios no existe".
El gran orgullo
Un caso muy sorprendente, es el del famoso científico británico Stephen Hawking. Hace poco su libro "El gran diseño" recorrió el mundo con unas palabras muy concretas. El aseguraba que los descubrimientos de la física han demostrado que ningún tipo de Dios ha creado el Universo. El dice que eso es una falacia.
Lo sorprendente es que este hombre hace alrededor de 20 años que sufre una enfermedad neurológica llamada "esclerosis lateral amiotrófica", que ha paralizado su cuerpo casi por completo.
Y aun hasta el habla perdió hace unos años debido a una traqueotomía que le realizaron, por lo que se comunica a través de una computadora que maneja con sus ojos.
Con todo el respeto que nos merece su situación física, no se puede dejar de decir que supera cualquier base de la lógica y la razón que un hombre que no posee ni los elementos necesarios para vencer su propia incapacidad física, crea que tiene los elementos necesarios para determinar ni más ni menos si Dios creó el Universo o no, y la existencia del Dios Infinito que vive en una esfera de la cual no tenemos ni idea.
Stephen Hawking se atrevió a decir: "El cielo es un cuento de hadas para gente que teme la oscuridad" (en "The Week").
Límite sensato
Jesús le dijo a Nicodemo que "es necesario nacer de nuevo" para "ver el reino de Dios" (Juan 3:3,7).
Nicodemo quedó atónito con la idea. ¿Cómo alguien puede nacer de nuevo? Y le dijo a Jesús: "¿Cómo puede hacerse esto?"
A lo que Jesús respondió: "Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?" (Juan 3:12).
Hay millones de cosas que la ciencia NO puede investigar simplemente porque no tiene los elementos ni el conocimiento necesarios para hacerlo.
Dios ha dado capacidades al hombre (Hechos 17:25).
Por esto, él, aun en el caso de ser aun un aguerrido ateo, puede realizar algunas destrezas prodigiosas en el plano humano.
Pero el hombre de ciencia necesitara más que la llamada “gracia común de Dios” para poder expandir su investigación (esto lo hablaremos en el artículo siguiente).
Mientras tanto deberá limitar sus conclusiones sensatamente a la esfera de la que cuenta con los elementos necesarios.
Aunque miles de veces se equivoca y contradice (el mismo Stephen Hawking en su libro dice que Albert Einstein y su ampliamente respetada "teoría del campo unificado", era incorrecta); limitándose a esto, ¡puede ser eficaz y beneficiosa!
De otra manera, ¿cómo podemos reducir al Creador Infinito, Trascendente, Inconmensurable, cuyos "juicios" son "insondables" e "inescrutables sus caminos" (Romanos 11:33), a una investigación que esté al alcance del hombre que aun cuando hace un pronóstico del tiempo del día siguiente infinidad de veces se equivoca?
Romanos 11:34 nos pregunta: "¿Quien entendió la mente del Señor?"
Un ejemplo sencillo:
Para poder medir una pared de 2 metros lo primero que se necesita es una regla que pueda medir esa distancia. Ya sea que la midamos por partes o de un solo tramo. Pero necesitamos algún elemento acorde para hacerlo.
¿Qué elemento acorde utilizaremos para medir a Dios, su carácter y su existencia?
¿Cómo puede el hombre tener la altivez de creer que los elementos con los que cuenta por sí mismo son suficientes?
Eliú le dijo a Job: "¿Extendiste tú con él los cielos, firmes como un espejo fundido? Muéstranos qué le hemos de decir; porque nosotros no podemos ordenar las ideas a causa de las tinieblas... Por más que el hombre razone, quedará como abismado" (Job 37:18-20).
Y luego Jehová mismo le habla a Job: "¿Donde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?. Házmelo saber, si tienes inteligencia" (Job 38:4).
Pablo definió con exactitud toda esta situación: "altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios" (2 Corintios 10:5).
Luis Rodas
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Etiquetas:
¿Dios existe?
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Lo intangible de Dios es tangible en el espíritu del hombre cuando es desencadenado por fe de la oscuridad del universo de su pecado de incredulidad dando paso a la velocidad de la luz de su perdón y toda la sabiduría y conocimiento del Creador del universo expande la mente de Cristo en el corazón del hombre, derribando todos los vanos devaneos del hombre al tocar la eternidad en su sacrificio tangible en la cruz del calvario.
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