y él te sustentará"
(Salmo 55:22)
Thomas Boston (1676-1732):
"El verdadero cristiano se mantiene en una continua transacción con el cielo a través de nuestro Señor Jesucristo. Ellos se mantienen en comunión con Dios a través del Mediador.
Esta transacción consiste en importar y exportar.
El siempre se encontrará con las manos vacías para exportar algo verdaderamente digno. Lo único que se atreve a exportar es el producto de la tierra de Emanuel.
El alma ejercitada se alzará al cielo:
1- para exportar toda su culpa, e importar perdones diarios. El alma ejercitada encuentra que la culpa es una carga pesada a la conciencia, sin embargo, su debilidad es tal, que siempre está contrayendo nuevas culpas. Por lo tanto, toma todo eso, lo pone delante del Señor, y lo transforma en perdón, y esto sólo a través de Cristo.
El alma no se atreve, como el hipócrita vil en su carnalidad, a pronunciar una débil confesión, decir alguna promesa de que se enmendará, soltar una lágrima, y luego arrebatar algún perdón.
Sino que él se acerca por la fe en Cristo, se sumerge en esa sangre, y emerge limpio. El no se atreve, por su alma, a tocar otros perdones que no sean aquellos que están escritos con sangre.
El alma ejercitada está ocupada en la exportación de su debilidad, pobreza y necesidades, y la importación de la fuerza y la plenitud de Dios. 'Los que esperan a Jehová, tendrán nuevas fuerzas' (Isaías 40:31).
Viene el alma ante el Señor, se vuelca a sí misma, y extiende su vaso vacío para que el aceite de la gracia puede correr en él. 'Y de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia' (Juan 1:16).
2- El alma trabajará para exportar peticiones e importar respuestas de oración, y luego devolver alabanzas. 'Te alabaré porque me has oído' (Salmo 118:21)".
("A Heart Exercised Necessary to Make a Good Christian").
Luis Rodas
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