¿NO IMPORTA EL CÓMO? Últimos pensamientos del día

“Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad” (Juan 4:23).

Los “verdaderos adoradores”:
  1- viven una relación espiritual con Dios a través de que el Espíritu Santo está en ellos (1 Corintios 6:19; Romanos 8:15,16).
  2- no adoran como mejor les parece. Ellos adoran “en verdad”. Adoran con una adoración verdadera que es conforme a la verdad misma.

Si falta alguno de estos dos puntos no somos “verdaderos adoradores”.
  1-Si el Espíritu de Dios no está en nosotros, no somos de Cristo (Romanos 8:9), no podemos practicar comunión intima con Dios, por lo tanto no podemos adorarle.
  2- No podemos practicar una vida de adoración a Dios a nuestra manera. Un "verdadero adorador” recurre a las Escrituras para conocer la verdad de cómo él debe vivir en adoración.

El pueblo de Israel decidió invocar a Dios a su manera. Para esto hicieron un “becerro de oro”, “ofrecieron holocaustos, presentaron ofrendas de paz” e hicieron una especie de rito pagano con comida, bebida e inmoralidad (Exodo 32:6) . Y Aaron pregonó: “Será fiesta para Jehová” (Exodo 32:5).

¿Cual fue la reacción de Dios?
¿"No importa el cómo, lo importante es que me adoren”?
¡NO!
Dios le habla a Moisés: “Déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma” (Exodo 32:10).

No se trata sólo de un tiempo de canciones los domingos en un lugar específico. ¡NO!
Adoración es una forma de vida. El congregarnos y adorar junto a nuestros hermanos es una expresión dentro de esa forma de vida de adoración.
Adoración es la relación correcta entre Dios y su pueblo.
En el Antiguo Pacto si David llevaba según su propio parecer el arca podía producir hasta muerte (2 Samuel 6). Moisés mismo debía organizar la adoración de Israel de forma exacta al modelo que Dios le había mostrado (Exodo 25:40).

Hoy, en el Nuevo Pacto, los “verdaderos adoradores” entienden que sus vidas nunca adorarán a Dios a no ser que vivan según la verdad que Dios ya les reveló en las Escrituras.

Por esto Jesús dijo con toda claridad: “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama” (Juan 14:21).


Luis Rodas


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