Bueno, finalmente hemos llegado a la última parte de esta serie de artículos.
Sincerándome, todo lo expresado en estos artículos, forma parte de una gran carga que fue creciendo por años.
La razón por la que dejé "Es Hora de ser Real" es porque algo, que no terminaba de entender bien, no me dejaba tranquilo.
Veía que el motivo por el que empezamos aquello se había desvirtuado. Pero vuelvo a decir, me llevó tiempo ver con más claridad la situación, y la verdad que aun sigo aprendiendo.
En el momento que dejamos "Es Hora de Ser Real" teníamos alrededor de 1000 visitas diarias y los correos llegaban sin parar.
Si lo que buscábamos era popularidad solo había que seguir adelante y buscar al nuevo cantante o predicador famoso que hiciera esto o aquello para publicar un nuevo video o artículo.
Pero en nuestro caso, Y SÓLO HABLO EN NUESTRO CASO, el Señor nos comenzó a inquietar.
Creo que en "Es Hora de Ser Real" cometimos algunos errores. Y me gustaría pensar que, Vero y yo, ya somos todo lo maduros que debemos, pero con dolor lo digo, nos queda mucho camino por recorrer.
Por otro lado, increíblemente, el Señor, a pesar de ataques violentos en extremo que jamás hubiéramos imaginado y de nuestras propias incapacidades, en todo este tiempo, nos sostuvo fieles en santidad el uno con el otro y sin abandonar nunca el llamado que nos hizo.
"Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal" (2 Tesalonicenses 3:3).
Tiempo de reflexión
Vuelvo a decir, estos años, fueron de mucha reflexión al respecto.
Hasta qué punto todo aquello fue "oro, plata, piedras preciosas" y hasta qué punto fue "madera, heno, hojarasca" (1 Corintios 3:12).
Hoy puedo ver con más claridad que hubo de todo.
Y vi muy necesario aclarar algunas cosas con estos 10 artículos de "Todos contra todos". Oro fuertemente para que, conforme a Su voluntad, puedan ayudar al acercamiento de un equilibrio bíblico sobre el tema.
Creo firmemente que:
1- debemos entender que NUNCA la tarea de advertencia sobre "falsos maestros" y "falsos hermanos" debe traspasar ciertos límites. ¡JAMÁS!
2- NUNCA podemos mezclar la "defensa de la fe" con la "defensa personal" por un problema personal con alguien. ¡JAMÁS!
3- NUNCA podemos ignorar que debe ser muy diferente nuestra actitud y conducta con los "falsos profetas", a la actitud y conducta que debemos tener con hermanos genuinos falibles como nosotros. ¡JAMÁS!
4- NUNCA podemos tener la soberbia de catalogar a alguien como un "falso hermano" o "falso profeta" simplemente porque tiene una opinión personal diferente a algún tema NO FUNDAMENTAL o por un error circunstancial.
Esto debe ser determinado con mucha seriedad, humildad y pruebas concretas.
Y no por "opinología gratuita", "testigos falsos" (Hechos 6:13) que también saben escribir por internet, discusiones sin sentido, el sueño del Martín Lutero del siglo XXI, ni cosas por las cuales hoy le cortas la cabeza a quien sea y dentro de 5 años te das cuenta que no era tan así.
5- NUNCA el diablo debe lograr su trabajo astuto de dividirnos con el ombligo de Adán (leer "Todos contra todos" parte 4).
El utiliza nuestra inmadurez y orgullo para ir separándonos de a poco. Un grupo de 1000 lo divide en dos de 500 por algo irrelevante.
A los grupos de 500 los divide en 250 por algo irrelevante.
A los grupos de 250 los divide en 125 por algo irrelevante.
Y así hasta que quedan unos 5 amantes de la oración del fariseo: "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres" (Lucas 18:9-14).
Si a esto le sumamos los errores genuinos de hermanos en la fe que se pueden equivocar. Que los "falsos maestros" y "falsos hermanos" se introducen para dividir y destruir el rebaño (Gálatas 2:4; 2 Pedro 2:1)…
LA UNIDAD DE LA IGLESIA SE TRANSFORMA EN UNA MISION IMPOSIBLE.
Un mandato
Y sobre este punto quiero terminar.
Hasta la era de la Reforma (siglo XVI), la Iglesia Católica mantenía la unidad de una manera sencilla: lo que dijera la cúpula de la iglesia era la verdad.
El Papa era infalible en cuestiones de fe, y no solo no se le permitía al pueblo tener una Biblia, sino que hasta sus misas eran en un idioma inentendible para ellos (el latín).
La Reforma y algunos hermanos con anterioridad, fueron cambiando esto.
¡Este fue un gran paso en la Iglesia!
Gracias a eso ahora tienes una, o más Biblias en tu idioma. Bendito es el Señor.
Pero esto abrió un abanico tan grande de posibilidades que ni los mismos reformadores podían ponerse de acuerdo.
Por ejemplo Lutero y Zwingli se odiaron por sus diferencias con la Cena del Señor.
Y luego de esto hemos tenido millones y millones de divisiones, denominaciones, movimientos que se creyeron los únicos, discusiones y hasta asesinatos en masa por considerar a los otros como herejes.
¿Estoy diciendo que la Reforma fue algo malo?
NO, NO DIGO ESO.
¿Estoy diciendo que deberíamos volver a que cierta cúpula eclesiástica nos diga qué creer?
NO, NO DIGO ESO.
Y menos si esa "cúpula eclesiástica" proviene de la Iglesia Católica que ha transgredido muchas verdades fundamentales.
Pero sí digo que la situación debería hacernos reflexionar.
EL SEÑOR NOS HA ORDENADO SER UN CUERPO UNIDO.
NO es una sugerencia. ¡NO!
¡ES UN MANDATO!!!:
"con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo y un Espíritu, como fuisteis llamados…" (Efesios 4:2-4).
La palabra "solícitos" significa, según la Biblia Interlineal, "procurando diligentemente".
El Strong lo traduce como "usar velocidad, hacer esfuerzo, ser pronto o ferviente" (G4704).
Este solo pasaje ya debería confrontarnos fuertemente.
¿Cómo obedeceremos a este mandato del Señor si seguimos luchando "todos contra todos"?
¿El Señor nos ha permitido que cada uno de nosotros podamos, no solo tener una Biblia en casa, sino aun herramientas para estudiarla?
¡Gloria a Dios!
¡La verdad nos hace libres! (Juan 8:32).
Pero DEBEMOS ENTENDERLO:
"Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad también que nos os consumáis unos a otros" (Gálatas 5:13-15).
Excelente afirmación y definición de muchas de nuestras peleas.
Sólo entra a un "foro cristiano".
3 debaten contra otros 2. Supuestamente ganan los 3 primeros hasta que entre esos 3 comienzan a hacer entre ellos nuevas preguntas "teológicas". Ahí discuten 2 contra 1. Hasta que se repite la historia y cada uno se va a dormir agradeciendo ser el elegido depositario de la verdad.
ACLARO POR MILLONÉSIMA VEZ: No me refiero con todo esto a necesarias diferencias por doctrinas que hacen a la salvación y conductas de práctica pecaminosa.
Pablo escribió: "oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones" (1 Corintios 11:18,19).
Pero Pablo aquí se refiere a doctrinas fundamentales (como la resurrección a la que se refiere en el capítulo 15) y a prácticas de pecado (como embriagarse en la "Cena del Señor" a la que se refiere unos versículos después en el capítulo 11).
¿Es imposible?
Alguien puede decir: "Pero es imposible que nos pongamos de acuerdo. Siempre vamos a tener diferencias en temas que es cierto que no hacen a la salvación, pero que también son importantes".
Y ESTO ES MUY CIERTO.
Cierta Iglesia cree que el uso de guitarra en la alabanza es contrario al Señor. Otra NO.
Cierta Iglesia ve claramente que la mujer debe usar "velo" (1 Corintios 11:3-16). Otra NO.
Cierta Iglesia es "arminiana" en su entendimiento de la obra de salvación.
Otra es Calvinista.
¿Cómo convivir?
En muchos casos será imposible el trabajar juntos como congregación.
Pero ¿acaso será imposible el amarnos, respetarnos, ser mansos y humildes entre nosotros?
¿Será imposible cumplir el mandato del Señor de ser "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4:3).
¿O comenzamos a decir que los otros son del diablo porque no ven como nosotros?
¿Podremos ignorar que el Señor nos ha ordenado "no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados" (Santiago 5:9)?
¿Podremos ignorar que Jesús oró al Padre: "que todos sean uno" (Juan 17:21)?
Esta unidad por supuesto no significa dejar a un lado las necesarias exhortaciones bíblicas. Tampoco que nos unamos con lobos. ¡NO!
Pero ¿y qué de hermanos en la fe con diferencias a nosotros?
¿De verdad creemos que podemos considerarnos "espirituales" sin obedecer la Palabra?:
"Tened paz entre vosotros" (1 Tesalonicenses 5:13).
"aun sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?" (1 Corintios 3:3).
Creo firmemente que la mayoría de nuestras "contiendas y disensiones" se terminarían bajo sufrimiento.
Si comenzara una fuerte persecución al estilo de los primeros siglos, nos bastarían las verdades fundamentales de nuestra fe y una conducta cristiana piadosa.
Aun con diferencias como las que hubo entre Pablo y Pedro:
-Uno iba a los judíos y otro a los gentiles (Gálatas 2:7,8).
-Pedro se equivocó y Pablo lo reprendió (Gálatas 2:11-14).
Pero luego Pedro equipara las cartas de Pablo a las mismas Escrituras (2 Pedro 3:15,16). Cosa que para un judío del primer siglo era mucho que decir.
Conclusión
Creo que nuestra única posibilidad de cumplir el mandato del Señor de UNIDAD es:
-EN LO GENUINAMENTE FUNDAMENTAL: NO PODEMOS TORCERNOS NI UN MILIMETRO
-EN LO DEMÁS: AMOR, PACIENCIA, HUMILDAD, RESPETO, MANSEDUMBRE Y PAZ.
La orden es clara: "El siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos" (2 Timoteo 2:24).
Y si Pablo luego de este versículo, dice: "que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan" (2 Timoteo 2:25). ¿Cuanto más con mis hermanos genuinos?
Esperar a que todos piensen como yo, en lo NO genuinamente esencial, y si no lo hacen, declararlos "herejes"… NO ES MÁS QUE LA SOBERBIA ENCUBIERTA de creernos el mesías del siglo XXI y la obra de Satanás para debilitar el cuerpo de Cristo (Santiago 3:14-16).
Gracias a todos los que han seguido esta serie. Era una necesidad el hacerla.
Saludos en Cristo.
Luis Rodas
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Todos contra todos
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