Dios puede darte alegría en tu trabajo ÚLTIMOS PENSAMIENTOS DEL DÍA



“Venid en pos de mí” (Mateo 4:19).

Últimamente en los devocionales estuvimos viendo cómo seguir a Cristo ejerciendo un empleo.
Tu trabajo puede ser un alejarte del Señor cada día o un ir en pos de EL. Si tu trabajo no es pecaminoso en sí, entonces depende simplemente de qué impulsa tu corazón.

Dios puede darte alegría en tu trabajo (Eclesiastés 2:24) si "todo lo que haces, lo haces de corazón, como para el Señor” (Colosenses 3:23), entendiendo que así “a Cristo el Señor servís” (Colosenses 3:24).

Allí puedes:
1- SER SAL Y LUZ (Mateo 5:13-16)
Como muy bien escribió el pastor Tom Nelson, “para influenciar al mundo, hay que estar presente en él”.

Ya hablamos hace unos días de 5 maneras en las que podemos utilizar nuestro trabajo para servir a Cristo, y una de ellas era ver el empleo como un lugar de evangelización.
Pero, aunque esa es la principal forma, ser sal y luz no es sólo eso.
Los cristianos están inmersos en la sociedad manteniendo la integridad, la honradez, el amor, la justicia, así como cada virtud cristiana, en el quehacer diario de este mundo.

Muchas veces perdemos la noción de cuanto podemos influir en el lugar donde Dios nos puso si “todo lo que viene a nuestras manos para hacer, lo hacemos según nuestras fuerzas” (Eclesiastés 9:10).

Tal vez digas: “Tú no sabes cuanta corrupción hay donde yo estoy”.
Hermano, ¿a qué piensas que se refiere la Palabra cuando dice que estamos “en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecemos como luminares” (Filipenses 2:15)?

2- AYUDAR A OTRAS PERSONAS (Lucas 10:25-37)
Es innumerable la lista de trabajos en este mundo que pueden ser de gran utilidad para las personas. Busca aprender, perfeccionarte y desarrollar esos empleos.

3- GLORIFICAR A DIOS (1 Corintios 10:31; Mateo 5:16)
Cada habilidad que tienes es una muestra de Aquel que te la concedió.
El apóstol Pablo escribió: “¿Quién te distingue? ¿o que tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?” (1 Corintios 4:7).

Desarrolla las capacidades que Dios te dio y glorifica a Dios. El plan preeminente de la creación es mostrar las virtudes de Dios al ocuparse en la tarea que Dios le confió (Génesis 1; Salmo 8; 150:6).

CONCLUSIÓN
Lee las Escrituras, ora y piensa: ¿cómo puedo ser sal y luz, ayudar a otras personas y glorificar a Dios con mi trabajo?

¿Crees que otro trabajo puede cumplir mejor con estas cosas? Esfuérzate, ora por ello y espera en Dios. No esperes al nuevo trabajo para buscar estas cosas, si Dios no te permite cambiar de empleo es porque aún tienes un propósito allí.
Si puedes estudiar algo que crees que cumplirá con estos objetivos, estudia con responsabilidad.


Luis Rodas


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