¿Maldecidos o bienaventurados?



Uno de los temas prohibidos para este tiempo en una buen parte de la Iglesia parece ser el del sufrimiento.
Una persona que se encuentra en dificultades, aflicciones, necesidades o enfermedades, será visto como un pobre hombre, con mente mediocre, sin fe y muy probablemente desechado por Dios por algún pecado.

Mientras que la Biblia enseña exactamente lo opuesto.
Santiago 5:10,11
"Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor".

“Bienaventurados” (“makários”): “Describe al hombre a quien Dios bendijo de modo singular” (Donald Carson - “Comentario Bíblico del Expositor: Mateo”. Pag. 147).

“Un privilegiado recipiente del favor divino” (Diccionario BDAG).

Describe a las personas bajo el favor de Dios, aquellos a los que Dios mismo considera cerca suyo, favorecidos por él. Los felices, benditos, bienaventurados, más favorecidos, no según el mundo, sino según Dios. Los privilegiados para decirlo de alguna manera. Aquellos a los que les irá bien, según el Creador del Universo.

“Bienaventurados los que sufren” (Santiago 5:11)
Lo mismo lo encontramos en Lucas 6:21
La vida del cristiano no es una vida donde todo es fácil, lindo y próspero.
Jesús dijo: Juan 16:33
Pablo fue apedreado en Listra: Hechos 14:19,20
Y luego confirma a los discípulos en Listra, Iconio y Antioquía: Hechos 14:21,22

No sólo la Palabra define como “bienaventurados” a los que sufren persecución, sino también a aquellos que sufren de diferentes maneras y continúan confiando en el Señor.

Job
Santiago 5:11 usa el ejemplo de Job: “tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job”.
Las Escrituras dan testimonio de Job: Job 1:1
Job pierde todo su ganado y aun mueren casi todos sus criados: Job 1:13-17
Luego mueren aplastados sus hijos: Job 1:18,19
Después contrae una “sarna maligna”: Job 2:7,8; 7:5
Ni su mujer lo ayudaba: Job 2:9; 19:17
Todos lo abandonaron: Job 19:13-19
Job tenía tanto dolor que maldecía el día de su nacimiento: Job 3:1-3
No podía ni dormir de sus inquietudes: Job 7:4
Deseaba la muerte: Job 7:15
Lloraba sin consuelo: Job 16:16
Mientras antes era el gran consejero de la ciudad: Job 29:4-25
Ahora ellos mismos lo despreciaban y hasta escupían: Job 30:1-14
Tres amigos de Job lo visitan para acusarlo de que toda su aflicción era una maldición de Dios: Job 11:5,6 (Nunca faltan los que son usados por Satanás para hacernos pensar que Dios nos ha abandonado por nuestro pecado)
Pero cuando la aflicción cumplió el propósito que Dios tenía, el Señor habló: Job 42:7-9
Y Job fue bendecido: Job 42:10-12
Y Job dijo: “Yo hablaba lo que no entendía... De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven” (Job 42:5)

Muchos hoy esconden sus sufrimientos para que nadie los vea como desechados por Dios.
Pablo contaba sus aflicciones como una confirmación de un ministro de Dios: 2 Corintios 6:4-6; 2 Timoteo 2:24

La Biblia dice con exactitud: Eclesiastés 7:14
"En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él".


Luis Rodas


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