El gozo de saber que Dios no hace todo lo que yo quiero CULTIVANDO UN CARÁCTER PIADOSO



“Ahora me gozo en lo que padezco” (Colosenses 1:24).

A veces me suceden cosas que no entiendo porqué me suceden. No me gustan. Oro profundamente para que Dios las quite, pero a veces ha esperado años para hacerlo, y en otras aún no ha obrado como a MÍ me parecía que debía hacerlo.
Estas cosas me han causado mucho dolor.
He visto a mi hija mayor convulsionar en mis brazos más veces de lo que puedo enumerar, y he tenido delante mío más gente crujiendo los dientes (Hechos 7:54) de lo que mi carne parecía soportar.
¿Gozo?
¿Cómo el apóstol Pablo encontraba gozo en lo que padecía?

LA RESPUESTA ESTÁ EN LA OMNIPOTENCIA
31 veces la versión Reina Valera 1960 presenta a Dios como "Omnipotente" (Génesis 28:3; 35:11; 43:14; etc...).
¿Qué quiere decir eso?
NO significa que Dios pueda hacerlo todo. ¡NO!
Por ejemplo, Hebreos 6:18 dice que "es imposible que Dios mienta".
Cuando la Biblia presenta a Dios como Omnipotente se refiere a que Dios puede hacer todo lo que QUIERE HACER.
Dios nunca operará contra Su mismo carácter ni contra Su propia voluntad.

Dios es Todopoderoso porque todo lo que quiere hacer en todas las cosas lo puede hacer.
Salmo 135:6: “Todo lo que Jehová QUIERE, LO HACE"
Salmo 115:3: “Nuestro Dios está en los cielos; TODO LO QUE QUISO HA HECHO”.
Y esto lo hace, como escribió A.W. Tozer, “con la facilidad más absoluta. Todos sus actos son realizados sin esfuerzo alguno. EL no tiene un gasto de energía que tenga que recuperar después” ("El Conocimiento del Dios Santo").
Y esta es una hermosa seguridad en la que el piadoso encuentra gozo.

Las palabras del apóstol Pablo que leímos al principio están fundamentadas en esto. El escribe: “me gozo en lo que padezco”.
Pablo a veces oraba para que Dios disminuya o quite esos padecimientos (2 Corintios 12:7,8), y en algunos casos NO era Su voluntad (2 Corintios 12:9). Por lo que cuando Pablo lo entendía así, cambiaba su actitud, y del ruego pasaba a la exaltación: “me gozo en angustias” (2 Corintios 12:10).

Aquí no hay un deleite en el dolor o sufrimiento en sí. Hay un gozo que reconoce que muchas peticiones, anhelos, deseos, ruegos y clamores simplemente están equivocados. Algunos de ellos son caprichos; otros, planes mal diseñados; y en muchas otras ocasiones no logramos ver cuanto bien nos hace eso que en el momento nos lleva a pensar: “¿Cómo un Dios de Amor permite o hace esto?”.

Tengo una hija de 2 años que cuando no hace caso, mi esposa le tira apenas un poquito de la oreja. Cuando lo hace, mi pequeñita le dice: “Ay… no… duele a mí… duele a mí”.
Ja…. Este es un intento de ella de facilitarle la información suficiente para que su madre entienda que no es bueno que le tire de la oreja porque esto proporciona alguna dosis innecesaria de dolor…. jaja...
Lo que no tiene en cuenta mi preciosa pequeñita es que la madre sabe que ese ínfimo dolor la salvará más adelante de dolores mayores y le traerá algunos buenos beneficios por haber sido ejercitada en la “provechosa disciplina" (Hebreos 12:10,11).

¡Padre, cuando ore fuera de tu voluntad, NO escuches mis caprichos, ni mis ideas de qué es lo mejor, ni mis explicaciones cuando te digo: “Ay… no… duele a mí… duele a mí”!.


Luis Rodas


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