Gratitud por la tarea que se te confió (2) CULTIVANDO UN CARÁCTER PIADOSO



“Doy gracias al que me fortaleció a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel,
poniéndome en el ministerio” (1 Timoteo 1:12).

 El apóstol Pablo se toma tiempo en su primera carta a Timoteo para dar gracias al Señor por haberle confiado un ministerio.
 ¿A qué se refería?
 ¿Qué encontraba Pablo en el ministerio para escribirlo en la columna de bienes y agradecer?
¿Bienes materiales?
 Su ministerio incluía la ausencia de las necesidades básicas: “hambre y sed… desnudez” (2 Corintios 11:27), “necesidades” (2 Corintios 6:4), “no tenemos morada fija” (1 Corintios 4:11). Por lo que muchas veces tenía que buscar suplir aquello a través de un trabajo extra: “nos fatigamos trabajando con nuestras manos” (1 Corintios 4:12), “en trabajo y fatiga” (2 Corintios 11:27) haciendo tiendas (Hechos 18:3).

¿Comodidad?
 Pablo escribe: “azotes sin número... cárceles… tres veces he padecido naufragio… frío” (2 Corintios 11:23-27), “tribulaciones” (2 Corintios 6:4).

¿Aprecio de otros? ¿Sentirse valorado?
 Sin duda no podía ser esto. El ministerio hacía que Pablo fuera “la escoria del mundo, el desecho de todos” (1 Corintios 4:13). Describe: “tres veces he sido azotado con varas, una vez apedreado” (2 Corintios 11:25), "nos maldicen… padecemos persecución” (1 Corintios 4:12).

NOSOTROS
 - ¿Qué esperas cuando has estado desvelada casi toda la noche por ese bebé y tu esposo no se da ni cuenta? ¿Pierde valor la tarea?
 - ¿Qué esperas cuando dices que no te sientes amado por tu esposa?
 - ¿Qué esperas cuando una palmadita de tu jefe hace que trabajes el doble? ¿Trabajas para sentirte bien contigo mismo o “como para el Señor” (Colosenses 3:23)?
 - ¿Qué te imaginas que alcanzarás cuando termines tus estudios? ¿En qué piensas para motivarte cuando no tienes ganas de seguir estudiando? (Jeremías 45:5).
 - ¿Por qué te desanimas en la labor que haces en la congregación? ¿Trabajas en el ministerio con más ánimo cuando te ves bien a ti mismo? (Gálatas 6:14).
 - ¿Por qué puede arruinarte una semana el hecho de que se hable mal de ti? ¿Por qué te inquieta tanto que otros vean tus errores?

NO
 Pablo NO intentaba usar la tarea que desarrollaba para alimentar su autoestima.
 La persona a la que servía, sea quien sea, esté donde esté, no era un espejo en el cual buscaba verse bonito a sí mismo.
 El escribe: “en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros” (1 Corintios 4:3).
 No hay soberbia en estas palabras. A lo que se refiere es que no hace lo que hace para conseguir su aprobación. Es siervo de OTRO.
 Porque si estuviera expectante de la valoración de los demás "NO sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10), sino de sí mismo.

LEE ESTO DETENIDAMENTE POR FAVOR
 Cuan esclavos diligentes a veces nos podemos volver de la aprobación de otros para conseguir ese placentero sentimiento de amor propio. Y cuanto podemos correr desaforadamente para no ver esta esclavitud.

 Pablo agradecía por hacer aquello que nunca podría haber hecho, para recibir lo que nunca podría haber merecido... sirviendo a Aquel que le daba continuamente todo eso que nadie más le podía dar.


Luis Rodas


.

1 comentarios:

 

Instagram

Haz click AQUÍ

Twitter Updates

Sobre mí