Prácticas piadosas componen un andar piadoso.
Que estas directrices puedan grabarse en tu mente y que se hagan la práctica diaria de tu vida. Si te adhieres con sinceridad a ellas, te conducirán a la santidad, la fructificación y la quietud de tu vida y te añadirán una muerte confortable y pacífica.
1- Mide apropiadamente el tiempo de tu sueño
Mide apropiadamente el tiempo de tu sueño de manera que no malgastes tus preciosas horas de la mañana de forma lenta y pesada en tu cama. Que el tiempo de tu sueño se corresponda con tu salud y trabajo, y no con el placer perezoso.
2- Primeros Pensamientos
Haz que Dios tenga tus primeros pensamientos al despertarte; levanta tu corazón a Él de manera reverente y con acción de gracias.
Familiarízate de manera tan consistente con esto que tu conciencia pueda inspeccionarte cuando los pensamientos comunes se entrometan primero
Salmo 5:3 "Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré".
3- Oración
Que la oración que haces a solas … sea de primero, antes que cualquier trabajo del día
4- Cuidado en los negocios
Si has de hacer tratos o comerciar con otros, sé vigilante en contra del egoísmo y todo lo que huela a injusticia o falta de caridad. En todos tus tratos con otros, mantente vigilante contra la tentación de la charla vacía y frívola. Vigila también a aquellas personas que te tentarán a la ira. Mantén la modestia y la limpieza del lenguaje que requieren las leyes de la pureza
5- Alerta ante los que te adulan y los que te critican
Si conversas con aduladores, mantente en guardia contra el orgullo hinchado. Si conversas con aquellos que te desprecian y hieren, fortalécete en contra del orgullo vengativo e impaciente.
6- Redime el tiempo
Asígnale un gran valor a tu tiempo, sé más cuidadoso de no perderlo como lo eres de no perder tu dinero. No dejes que las recreaciones sin valor, la charla frívola, la compañía poco provechosa, o el sueño, te roben tu precioso tiempo. Sé más cuidadoso en escapar de esa persona, acción o curso de vida que te robaría tu tiempo de lo que serías en escapar de ladrones y asaltadores. Asegúrate que no estés meramente ocupado, sino más bien que estás usando tu tiempo en la manera más provechosa que puedas y no prefieras un camino menos provechoso ante uno de mayor provecho.
7- Confiesa tus pecados
Si alguna tentación prevalece en tu contra y caes en cualquier pecado además de las fallas habituales, laméntalo inmediatamente y confiésalo a Dios; arrepiéntete rápidamente cualquiera que sea el costo. Ciertamente que te costará más si continúas en el pecado y permaneces sin arrepentirte. No trates de manera trivial tus fallas habituales, sino confiésalas y lucha contra ellas diariamente, teniendo cuidado de no agravarlas por la falta de arrepentimiento y el desprecio.
8- Ultimos pensamientos del día
Antes de regresar a dormir, es sabio y necesario revisar las acciones y bendiciones del día que ya va pasando, para que podáis estar agradecidos por todas las misericordias especiales (Salmo 71:8; 26:3) y humildes por todos tus pecados. Esto es necesario para que puedas renovar tu arrepentimiento lo mismo que vuestra resolución de obedecer, y para que podáis examinaros vosotros mismos para ver si vuestra alma se hizo mejor o peor, si el pecado ha bajado y la gracia ha subido y si estáis mejor preparados para el sufrimiento, la muerte y la eternidad.
Extraído de “Cómo pasar el día con Dios”.
Luis Rodas
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