Debemos vestirnos de la gracia de Dios 1 parte



Para entender mejor este artículo, lee los anteriores haciendo click en los siguientes enlaces:
¿Cuán poderosa es la obra de la gracia de Dios en el pecador? 1ª parte
¿Cuán poderosa es la obra de la gracia de Dios en el pecador? 2 parte
La gracia de Dios afecta toda la vida del que está en Cristo 1ª parte

En los dos artículos anteriores hemos estado hablando que la obra de la gracia de Dios en el pecador no solo opera perdonando, sino también haciendo de él una nueva criatura, un "poíema" de Dios.
"Hechura suya creados en Cristo Jesús para buenas obras" (Efesios 2:10).
¿A quien glorifica todo esto?
A Dios porque es EL quien hizo esta "nueva creación".
Mateo 5:16 "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".

Y vimos que los 3 primeros capítulos de Efesios describen la obra gloriosa, poderosa e incomparable de Dios en nosotros.
Y después de estos 3 capítulos el Espíritu Santo nos dice que ahora debemos usar lo que Dios nos dio:
Efesios 4:1 "Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados".

A partir del capítulo 6, versículo 10 de Efesios, vemos que la gracia de Dios no solo nos otorgó el perdón de nuestros pecados; la gracia de Dios no solo es el lugar donde podemos correr seguros cada vez que nos equivocamos; la gracia de Dios también nos capacita para vivir de forma diferente al mundo.
Y esto en todo sentido se trata de una guerra intensa.
Para vencer en esta guerra necesitamos usar lo que Dios nos dio a través de Su gracia:
Efesios 6:10,11 "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo".

Aquí no vemos al cristiano en medio de una fiesta apacible.
Lo vemos en guerra. Lo atacan "las acechanzas del diablo" (6:11).
"acechanzas" (medsodeía"): "artificios, engaños, sagacidad, trampas" (Strong).
Para esto, según el versículo 10, ¿qué debemos hacer?
"fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza"
Cualquier otra fuerza en esta batalla es impotente.

Cada día nos ataca, como escribió Donald Carson, una triple coalición: "la carne, el mundo y Satanás".
Y atacan para que no hagamos lo que Dios quiere.
Gálatas 5:16-17 "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis".
Efesios 6:12 "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes".

Por tanto debemos usar lo que Dios nos dio:
Efesios 6:13 "Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes".
"estar firmes" es una expresión militar que "aludía al concepto de mantener una posición… mientras se está bajo ataque" (John MacArthur - "Comentario de Efesios". Pag. 405).
Y nos dice cómo:
Efesios 6:14 "Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia".
"ceñidos vuestros lomos con la verdad": el soldado romano siempre llevaba puesta una túnica, una cubierta exterior que servía como su prenda básica. Cubría con soltura la mayor parte del cuerpo del soldado, y como la parte más intensa del combate antiguo se daba mano a mano y cuerpo a cuerpo, una túnica suelta era un impedimento y hasta un peligro en potencia. Por ese motivo, antes de la batalla era fijada con espero al cuerpo bajo un cinturón grueso y pesado de cuero que mantenía ceñidos los lomos de los soldados.
Por lo que Pablo está diciendo que debemos prepararnos como soldados con la Palabra ("la verdad") y que la falta de este ceñirnos los lomos con la verdad puede ser fatal en la guerra que enfrentamos.
"ceñidos vuestros lomos con la verdad"
"vestidos con la coraza de justicia"
Ningún soldado romano salía a la batalla sin su coraza. En muchos casos se hacía de cuero o tela gruesa y se le cosían cortes superiores de pezuñas o cuernos de animales y también pedazos de metal. La función de esa pieza de la armadura es obvia: proteger el corazón, los pulmones, los intestinos y demás órganos vitales.
Aquí se refiere a que el cristiano que sale a la batalla en desobediencia a Dios es alguien totalmente vulnerable.
No solo nos vestimos de la justicia de Cristo, sino que en la vida diaria buscamos obedecer a Dios, para que ante las consecuencias de nuestros errores no seamos fatalmente atacados.
Romanos 13:12 "La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz".

Si Dios quiere continuamos en el artículo de mañana...



Luis Rodas


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