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¿Cuán poderosa es la obra de la gracia de Dios en el pecador? 1ª parte
¿Cuán poderosa es la obra de la gracia de Dios en el pecador? 2 parte
La gracia de Dios afecta toda la vida del que está en Cristo 1ª parte
La gracia de Dios afecta toda la vida del que está en Cristo 2 parte
Debemos vestirnos de la gracia de Dios 1 parte
Debemos vestirnos de la gracia de Dios 1 parte
Los soldados romanos tenían que atravesar todo tipo de terrenos por lo que se calzaban con zapatos de materiales resistentes y durables y enla suela le agregaban incrustaciones de metal para darle mejor agarre al zapato.
Recuerden que aquí se trata de una guerra y de permanecer firmes.
Necesitamos tener calzados los pies correctamente en el evangelio para poder permanecer firmes ante todo ataque.
Para necesitamos "el apresto el evangelio de la paz".
"apresto": preparación.
Necesitamos tener nuestros pies firmemente en la obra de la cruz.
Efesios 6:16 "Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno".
Una fe sólida que cree más en la Palabra de Dios que en lo que el enemigo quiere que vea.
Efesios 6:17 "Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios".
El soldado nunca entraba en batalla sin el "yelmo" o casco.
Así nuestra mente debe estar puesta en la esperanza de nuestra salvación.
Si el mundo y sus deseos ganan nuestra mente, viviremos derrotados.
1 Tesalonicenses 5:8 "Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo".
"y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios"
Algunos dicen: "la letra mata. No te aferres tanto a la Biblia. deja que el Espíritu te guíe".
Ese versículo donde dice que "la letra mata" se refiere a que la ley da convicción de pecado al pecador y lo condena.
NO se refiere a que no leas la Biblia porque te va a hacer mal.
¿De donde salió eso? De Satanás.
¿La letra mata?
Sí, al diablo y sus trampas.
"y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios"
Efesios 6:18-24 "Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor, el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones.
Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén".
"Un cristiano que deja de tener luchas en contra del mundo, la carne y el diablo es un cristiano que ha caído en el pecado o en la complacencia.
Un cristiano que no tiene conflicto es un cristiano que ha retrocedido en la batalla y ha dejado su puesto en las primeras filas del servicio"
("Comentario de Efesios". Pag. 398).
En nombre de la gracia algunos dicen: "No, no luches. Deja que Dios obre".
Y para esto se usan versículos como: "No es vuestra la guerra, sino de Dios" (2 Crónicas 20:15).
Pero aquí vemos que es Dios quien nos capacita para la batalla, y ahora nos dice: "fortaleceos en el Señor y en el poder de SU fuerza" (Efesios 6:10).
Como ven la gracia de Dios no solo nos salva de nuestros pecados y de la condenación que merecíamos.
La gracia de Dios opera en tres niveles:
- Perdón de pecados (otorgada en el pasado de una vez y para siempre)
- Capacidad de vivir en santidad (en el presente)
- Nos da una esperanza gloriosa (en el futuro)
Esto lo encontramos con exactitud en:
Tito 2:11-14 "Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras".
Hermanos, démosle gloria a Dios. Su obra en nosotros es magnífica, altísima, sublime Y COMPLETA.
Luis Rodas
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