La inmoralidad y el poder de la Palabra 2ª parte

"La espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios” Efesios 6:17.

 La palabra griega que usa el apóstol Pablo para "espada" es “májaira”.
 No se trata de una espada grande. La “májaira” era una daga.
 Esta para poder hacer daño al oponente tenía que clavarse desde cerca y un lugar vulnerable.
 Esto nos habla nuevamente de que NO se trata de que al encontrarte tentado, en luchas o conflictos leas cualquier cosa de la Biblia, aun sin entenderla, y que eso te hará vencer. ¡NO!
 La "espada del Espíritu" es una "májaira", una daga letal que cuando la usas correctamente y clavas en el lugar preciso, esta significará TU VICTORIA.
 Es una verdad de las Escrituras creída en la que te paras firme y aun en medio de un huracán de mentiras del diablo, tú permanecerás FIRME, INCONMOVIBLE, SEGURO DE QUÉ ES LO QUE DEBES HACER, NO HACER, PENSAR, NO PENSAR, DECIR Y NO DECIR.

 ¡Esta es una guerra de argumentos (2 Corintios 10:5)!

¿Entiendes lo que lees?
 Fue el diablo el que fomentaba a la Iglesia Católica hace siglos para que la Biblia se mantuviera solo en latín.
 El latín era un idioma que solo algunos pocos podían entender.
 Su explicación de porqué hacían esto, era: "¿Cómo las Santas Escrituras se van a leer en el idioma del pueblo común? ¿Usaremos el idioma con el que el vulgo roba, comercia o compra el cuerpo de una prostituta, para leer la Palabra de Dios?"
 Y por esto, aunque la gente no entendía nada lo que se leía en cada reunión, los sacerdotes realizaban su misa en latín.

 ¿La verdadera razón? EL DIABLO SABE QUE ES LA VERDAD LA QUE NOS HACE LIBRES:
 Jesús dijo:
 "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31,32).

 ¿No es llamativo que el Nuevo Testamento fue escrito casi en su totalidad en el griego Koiné, que era el lenguaje más sencillo de los griegos?
 ¿Acaso no vemos en esto que la intención era que las verdades de las Escrituras fueran entendidas con toda claridad?

 Hace un tiempo una persona me escuchó predicar y se enojó mucho conmigo. ¿La razón? Me dijo que lo que yo hacía estaba mal. Que yo no debía explicar la Biblia. Que mi única tarea era leer la Biblia y nada más.
 Pues eso NO es lo que ordena la Palabra misma. Pablo exhorta a Timoteo enseñándole qué debe hacer en las reuniones públicas:
 1 Timoteo 4:13 "Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza".
 Y luego en 2 Timoteo 3:16,17:
 "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra".
 Y esto solo para mencionar algunos ejemplos.

 ¡Lo que sucede es que el diablo aborrece que los cristianos entiendan claramente las verdades bíblicas!
La Biblia nos fue entregada por el Señor para que conozcamos y entendamos cabalmente las verdades que harán de nuestra vida un “árbol plantado junto a corrientes de aguas” (Salmo 1:1-3), una "casa sobre la roca" (Mateo 7:24,25).


Luis Rodas


.