10- Buscar el mal del otro - Serie: Cómo se vería una iglesia con gente lejos de Dios



Mateo 5:10 “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”.

Lamentablemente hay personas que asisten a congregaciones pero odian que te atrevas a ayudarlos en su hipocresía.
En muchos casos son capaces hasta de perseguirte sin cansancio porque te has atrevido a confrontar su pecado.
Aún es tu forma de vida que les molesta. Por eso el apóstol Pablo dijo: “todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12). ¡Es inevitable! Tu vida les está condenando aunque no digas nada. Y si te va mal, eso les calmará la consciencia.

Y es así como necesitan que tu seas malo.
Cuantas veces he escuchado que decían de alguien: “Esa persona no es de Dios, y yo lo voy a demostrar. Todavía no tengo pruebas, pero ya las voy a encontrar”… ja… No tiene pruebas de que esa persona no es íntegra, pero ya lo afirma con toda decisión, y busca pruebas de donde sea, para poder demostrar que esa persona no es de Dios.
¿Por qué?
Porque hay una necesidad personal de acallar el testimonio de piedad de esa persona. Porque si esa persona es de Dios, él o ella tienen que arrepentirse y clamar a Dios por perdón y ayuda para vivir como Dios quiere.
Llegan al punto de querer el mal de esa persona, y hasta buscar el mal de esa persona, con tal de que no tengan que abandonar la vida descuidada que llevan.
Y con este fin son capaces de inventar lo que sea contra ti.
Volvamos por favor a Mateo 5:11:
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo”.

“Vituperar” incluye crítica, burla, insultos. Estos “bienaventurados” quieren servir a Cristo ayudando a otros, pero se encuentran que algunos no quieren ser ayudados. “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan”. Tú quieres ayudarlos, pero increíblemente no sólo rechazan tu ayuda, sino que aún se vuelven contra ti por haberlos querido ayudar. Y empiezan a inventar todo tupo de mentiras contra ti:
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo”.

Aquí hay una gran clave: investigan tu vida y buscan hasta en el fondo del mar en qué te pueden acusar. Le preguntan a tu mamá, a tu papá, a tu abuela, al vecino, y a quien más puedan, quieren encontrar algo para atacarte y así calmar su consciencia. Y si encuentran algo, algún error que hayas cometido, tendrán una gran satisfacción. Y lo repartirán por todo el mundo con mucho gusto. Lo cual demuestra claramente sus intenciones.
Proverbios 24:17 dice:
“Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes, Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón”.
Y a eso le añadirán las mentiras más horribles sobre ti que se puedan imaginar.
Por eso Jesús dice: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo”.

Sin duda es difícil enfrentar esto. Por momentos es realmente difícil.


Luis Rodas


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