Mucha gente dice que ama a Dios y que EL es su Dios.
Hace un tiempo pasé por Luján, una ciudad de Argentina. Al entrar, por todos lados, anuncia: “Luján: la capital de la fe”.
¿La fe en qué? ¿Qué fe?
Mucha gente dice amar a Dios. Pero la pregunta es: ¿A que Dios aman?.
Si preguntamos en cualquier Iglesia si el Dios que se revela a sí mismo en las Escrituras es su Dios, el 100% responderá que sí.
Pero, ¿verdaderamente es así?.
¿Cómo podemos saber si el “Único Dios Verdadero” es nuestro Dios?.
Romanos 11:36: “De él, por él, y para del son todas las cosas”.
"DE EL":
“El es la fuente y origen de todas las cosas creadas” (F. B. Meyer).
Sin importar a quien llamamos nuestro Dios, nuestro Dios verdaderamente es aquello que valoramos por encima de todo.
Adoro, amo, al Dios que considero más digno que cualquier otra cosa o persona.
Lo primero a definir en nuestro corazón es: ¿a quién le debemos todo lo que somos y tenemos? ¿A quién le debemos no solo nuestra salvación sino todo lo que somos y tenemos?.
La Fuente y Origen de Todo es mi Dios por lo que mi gratitud y adoración es a EL.
¿En nuestro corazón genuinamente reconocemos que el Señor Dios Todopoderoso es la fuente y origen de todo lo que somos y tenemos?.
¿En nuestro corazón genuinamente reconocemos que el Señor Dios Todopoderoso nos bendice con cada cosa que somos y tenemos?.
En Salta, otra ciudad de Argentina, mucha gente tiene escrito en el cristal de atrás de su coche: “Gracias Virgen de Urkupiña”.
Ellos creen que la fuente y origen de lo que son y tienen es la Virgen de Urkupiña.
Aunque una persona así, diga que su Dios es el Creador, es mentira. Su dios es la Virgen de Urkupiña.
Lo mismo sucede con aquel que dice: “Lo que tengo no me lo regaló nadie. Me lo gané con mi esfuerzo”.
No cabe duda que debemos trabajar y esforzarnos, pero si tu Dios es el “Único Dios verdadero”, tú sabes que todo te lo ha dado Dios por gracia. Desde tu vida hasta el trabajo y tus fuerzas.
"POR EL":
Lo segundo que encontramos en este versículo de Romanos 11:36 es que “por él... son todas las cosas”.
Douglas Moo escribió que esto significa que Dios es el “sustentador de todas las cosas” (“Comentario de Romanos”).
Dios no solo es la fuente, el origen de todas las cosas, sino que todas las cosas subsisten por EL.
Lo segundo a definir en nuestro corazón es: ¿Quien es nuestro ayudador en todas las cosas? ¿A quien buscamos en nuestras necesidades? ¿Dependemos de Dios en todas las cosas? ¿El es nuestra fuerza y confiamos en EL por encima de TODO?.
Aquel que hace una procesión hasta Luján cree que la virgen de Luján lo va a ayudar en su vida.
Aunque una persona así diga que su Dios es el Creador, es mentira. Su dios es la Virgen de Luján.
Nosotros ¿a quien acudimos ante la necesidad o la adversidad? ¿Nos encerramos en nuestra habitación a orar y confiamos que nuestro Dios “tiene cuidado de nosotros” (1 Pedro 5:7)?
Lo que hace que no oremos es la autosuficiencia. Creemos que podemos.
Y en otros casos salimos a buscar soluciones en cualquier lugar.
A Dios le complace que acudamos a EL en nuestra necesidad o adversidad.
¿Por qué? Porque así estamos confiando en EL como nuestro Ayudador y Sustentador.
Es llamativo que Dios nos comparara con ovejas. Las ovejas se diferencian en algo con otros animales, como las cabras por ejemplo.
Las ovejas no pueden hacer nada sin su pastor.
Ellas necesitan tanto de la protección del pastor, como de la guía del pastor para llevarlas a comer y beber.
Ellas dependen del pastor y le cantan: "Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre"
(Salmo 23:1-3).
¿A quien acudes cada día?
¿EL es la fuente de donde buscamos nuestro gozo, deleite, felicidad y plenitud? ¿O buscamos todo esto en el mundo?
Vas a la Iglesia porque sabes que debes hacerlo, pero la fuente de tu gozo, deleite, felicidad y plenitud es la televisión, los deportes, la música, salir con amigos, etc, etc...?
Si es así no conoces a Dios.
EL no es solo nuestro Salvador. EL es “más sublime que los cielos” (Hebreos 7:26). Los que aman a Dios “se gozan delante de EL” (Salmo 68:3) y son “saciados del bien de su casa” (Salmo 65:4), ellos beben del “torrente de sus delicias, porque con EL está el manantial de vida” (Salmo 36:8,9).
Si Dios no es la fuente de tu gozo, deleite, felicidad y plenitud, tú estás buscando todo eso en otros dioses.
Cuando nos sucede algo que no nos gusta, ¿nos quejamos y llenamos de amargura? ¿O alabamos a Dios teniendo por seguro que Aquel que está en el Trono del universo sabe lo que está haciendo con nosotros?
¡Mientras EL esté al control todo está bajo control!
"PARA EL":
Y por último: “para él... son todas las cosas”.
A.T. Robertson traduce esta palabra como “meta” (“Comentario al texto griego del NT”). El Diccionario Strong como “propósito” (G1519).
“El es la meta, el propósito de todas las cosas”
Lo tercero y último a definir en nuestro corazón es: ¿cual es la meta de nuestra vida? ¿Para qué o quién vivimos?
¿Vivimos para ser famosos? ¿Vivimos para nuestro propio placer? ¿Vivimos para tener dinero? ¿Vivimos el día a día como mejor se nos ocurre? ¿Vivimos para lograr posiciones en este mundo que nos den honra en este mundo? ¿Vivimos para nuestro egoísmo?
¿Para qué o quién vivimos?
“Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo” (Proverbios 16:4).
El es el fin último, la meta perfecta, justa, lógica y verdadera de TODAS LAS COSAS.
¡Vivir para Dios es vivir con el propósito genuino de esta vida!
Este versículo (Romanos 11:36) define claramente qué o quién es nuestro Dios.
1- ¿A quien creo que le debo todo lo que soy y tengo?
2- ¿De quien dependo cada día para TODO y a quién le doy el reconocimiento en todo lo que hago?
3- ¿Cual es la meta de mi vida?. ¿Para qué o quién vivo?
Cuando la respuesta a estas 3 preguntas es DIOS, podemos decir con seguridad que adoramos a Dios.
Por esto el versículo termina: “A EL sea la gloria por los siglos. Amén”.
Y cuando el “Único Dios verdadero” es todo esto para nosotros, EL es nuestro TODO.
¡Así lo valoramos por encima de todo!. A EL le debemos TODO, dependemos en TODO de EL y lo hacemos TODO por EL.
Nuestro Dios es aquello que valoramos por encima de todo.
Por esto Jesús dijo: Mateo 6:24: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.
Por esto podemos decir que la raíz de todo pecado es apreciar más ese pecado que a Dios, y a nosotros dignos de recibir el placer de ese pecado.
David decidió adulterar con Betsabé, luego intentó encubrirlo y finalmente mató al esposo de Betsabé y se quedó con ella.
Pero Dios le habla por medio del profeta Natán: "me menospreciaste" (2 Samuel 12:10).
O dicho de otro modo: “me menospreciaste y le diste más valor a ese pecado”.
¿Cual es tu máxima pasión?
¡Eso muestra cual es tu Dios!
¿Qué valoras en tu vida diaria por encima de TODO?
Luis Rodas
Etiquetas:
pasión por Dios
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