28 La crítica se vuelve como un boomerang - Serie: Cómo se vería una iglesia con gente lejos de Dios



En el mismo pasaje donde exhortó acercas de no formar una cultura de crítica (Mateo 7:1-6), Jesús agrega:
Mateo 7:7-12 "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 
¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 
¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”.

Hay un resultado claro de lo que hacemos. Sembramos lo que cosechamos.
Si vivimos concentrados en las fallas de otros, eso pronto se nos volverá encima y lo sufriremos en carne propia. Aún las personas con las que nos vamos a rodear por esa actitud serán personas igual a nosotros que viven concentrados en la crítica de todo. Y ellas serán pronto nuestros jueces implacables ante el menor error.
Cuantas Iglesias son implacables con otros, y pronto terminan dividiéndose ferozmente debido a que al vivir concentrados en las fallas de otros, eso pronto se les vuelve un cáncer que los consume a ellos mismos.
Esas mismas personas con las que quizás te reúnes para criticar a otros, ¿pronto se reunirán para qué?... Para criticarte a ti.

Por esto Jesús concluye con el principio de reciprocidad:
“Todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá". Nuestro "Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan".
Lo que hacemos tiene resultados.
Ya el Señor había hablado que si somos misericordiosos, recibiremos misericordia (Mateo 5:7). Que si damos dinero, oramos o ayunamos para ser vistos por los hombres, tendremos recompensa de hombres. Pero que si damos, oramos y ayunamos para agradar a Dios, EL nos recompensará.
Lo que hacemos tiene resultados.
Gálatas 6:7 enseña: "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

Jesús concluye esta sección con respecto a nuestras relaciones con las personas:
Mateo 7:12: "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas".
Jesús dijo al principio de su sermón en Mateo 5:17 “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas”. A partir de allí explica bastante detalladamente a qué se refiere. Y todo esto llega al desenlace en su explicación: “ASÍ QUE, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas".
Una “justicia mayor que la de los escribas y fariseos”, una verdadera piedad, tiene en cuenta lo que puede sintetizar toda “la ley y los profetas”: ten cuidado cómo te comportas con los demás. Haz con los demás lo que quieras que hagan contigo. Mucho de lo que recibas de otros alrededor tuyo será fruto de cómo tú te has comportado con ellos. Dios le enseña a sus hijos por medio del fruto de lo que hacen. La vida que vivirás será en una buena parte fruto de la vida que estás viviendo hoy. ¡Cuidado!


Luis Rodas


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