“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).
Como hemos estado viendo en los devocionales anteriores, Santiago nos ayuda a tener una perspectiva vital y alta ante las dificultades, "teniendo por sumo gozo cuando nos hallamos en diversas pruebas" (1:2).
Son pocas palabras pero valen más que el oro: "sumo gozo en las diversas pruebas".
Claro, valen más que oro para nosotros, si las degustamos, creemos y vivimos.
Para esto Santiago no sólo nos exhorta, sino que nos da el cómo y el porqué.
Ya vimos el porqué: "la prueba de vuestra fe produce paciencia" (1:3).
Pero este versículo comienza diciendo: "SABIENDO que la prueba de vuestra fe produce paciencia".
El pasaje lo enseña con mucho amor y claridad: "tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, SABIENDO que la prueba de vuestra fe produce paciencia" (1:2,3).
NO podremos vivir genuinamente JAMÁS el "sumo gozo" en medio de nuestras "diversas pruebas", a no ser que sepamos.
Este es un "saber" que nos permite ver los grandes beneficios eternos que producen nuestras dificultades.
Por supuesto, nuestra naturaleza caída está concentrada en encontrar siempre el camino con menos sobresaltos posible. Ama lo cómodo, seguro y fácil.
Pero este "saber" nos lleva a vivir la Palabra como una realidad aún para personas como nosotros.
Y Santiago no nos deja con la incertidumbre de cómo podemos tener este "saber".
El versículo de hoy nos alienta enormemente:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).
¿En las dificultades te quejas? ¿No entiendes qué sucede? ¿Hablas de confiar en Dios pero cuando las cosas cotidianas salen al revés murmuras por lo bajo, te enojas, te resientes?
¡Todo esto que estamos leyendo está disponible para nosotros!
¡Necesitamos clamar a Dios en la adversidad para poder entender cómo esas grandes nubes oscuras traen hermosas bendiciones!
Si le pides, este versículo te da plena seguridad: "pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.
Sólo asegúrate que no son sólo palabras huecas. El pasaje continúa: "Pero pida con fe, no dudando nada... No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor" (1:6,7).
¿Lo entiendes?
No pidas una vida ausente de problemas. Eso sería como pedirle a Dios permanecer inmaduro y carnal (Hebreos 12:10,11).
No esperes tener gozo en Dios recién cuando vivas una vida sin aflicciones. Eso, de este lado de la eternidad, no existe.
Pídele a Dios esa capacidad maravillosa de poder entender esta vida como EL la ve. Y al pedir cree. Cree.
Santiago nos dice que así, de este modo, el "sumo gozo" cada vez que estemos en "diversas pruebas", está al alcance de nuestra mano.
Luis Rodas
.
0 comentarios:
Publicar un comentario