¿Qué es adorar a Dios? parte 1



Salmo 9:1: “Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón”
“alabaré” (“yadá”): “específicamente reverenciar o adorar” (Strong).

¿A qué se refiere David con alabar a Dios con todo el corazón?
¿Qué es adorar a Dios?
¿Cantar muchas canciones?
¿Qué es una Iglesia con mucha alabanza?
¿Una Iglesia que dice: “Uhhh.... va a llegar el tiempo cuando las reuniones se llenen de la gloria de Dios y no tengamos predicación”?
¿Será eso?
¿Alabanza de todo corazón, adoración, es cantar muchas canciones?

Adorar a Dios es “la atribución de honra y dignidad a Dios” (“Diccionario Bíblico Ilustrado Holman”. Pag. 62).
Es conocer a Dios y atribuirle la más alta dignidad.
Por eso el Salmo 145:3 dice: “Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza”.
Es un corazón que va conociendo a Dios y le pone en el más alto grado de estima. “Este es mi Dios. Mi tesoro supremo. Lo amo y estimo por encima de todo en todas las cosas. EL es Digno de que viva para EL”.
Un ejemplo lo encontramos en Apocalipsis 5:1-12.
Todos en esta escena reconocían que el Cordero es Digno de tomarlo todo, recibir todo el mérito y que sea tenido en la más alta estima.
Apocalipsis 5:12 "Decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza".
Aquí el cielo reconoce que Jesús es digno por sus méritos de que se cumpla Colosenses 1:17,18:
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
"Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia".
“preeminencia” (“proteúo”): “tener el primer lugar” (Diccionario Swanson).

Voy a decirles algo y piénsenlo con cuidado:
A veces se dice: “Primero Dios, después la familia y tercero el ministerio”.
Entiendo lo que se quiere decir. Y es buena la intención. La idea es no descuidar la familia.
Pero se expresa mal.
Si decimos “primero Dios, después la familia y tercero el ministerio”, estamos separando algo que nunca se debe separar.
Yo creo que debe ser así: “Dios tiene que tener en nuestra vida la preeminencia en todo, el primer lugar en todo. Por lo que tiene el primer lugar en nuestra familia, el primer lugar en nuestro ministerio, el primer lugar en nuestro trabajo, el primer lugar en nuestro tiempo de descanso. La preeminencia en todo”.
No dejo de lado a Dios cuando me ocupo de mi familia. El debe estar en el primer lugar cuando paso tiempo con mi familia. Mi familia es de Dios y yo soy un administrador de ella.
No dejo de lado a Dios cuando me ocupo del ministerio. El debe estar en el primer lugar cuando trabajo en el ministerio. Mi ministerio es de Dios y yo soy un administrador de él.
No dejo de lado a Dios cuando trabajo. El debe estar en el primer lugar cuando trabajo. Mi trabajo debe ser un lugar de adoración a Dios. Donde hago lo que a EL le agrada
Mi trabajo es de Dios y yo soy un administrador de él.

En todo Dios debe tener el primer lugar, y hay tiempo para todo. Cada cosa que EL me confió es importante y debo ocuparme de eso como algo que Dios me confió.
El está primero y por tanto no puedo descuidar mi familia, porque le amo a EL por encima de todo y quiero serle fiel, y se que EL me confió mi familia.

“Para que tenga la preeminencia en todo” (Colosenses 1:18). ¡Esta es la voluntad de Dios!
Y esto es lo que estaban celebrando en el cielo en el pasaje que leímos en Apocalipsis 5. Todo el cielo decía: “El Cordero que fue inmolado es Digno”.

La pregunta es: ¿El Cordero que fue inmolado es Digno para nosotros de tal cosa en nuestra vida?
En el cielo dicen que sí. ¿Nosotros que decimos en nuestra vida diaria?

Pablo decía que sí también:
Filipenses 3:4-8 "Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo".

Mateo 6:24 "Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas".
Si nuestro tesoro está en Dios, nuestro corazón, nuestro amor, adoración, nuestra máxima estima, está en Dios.
Si no, solo llevamos una lucha sobre datos históricos, palabras y teologías correctas.

No importa si la persona va el domingo a la Iglesia y canta hasta quedar afónica, si es el pastor, o si es el mejor defensor de las doctrinas más correctas.
La pregunta es: ¿Qué valora por encima de todo?

Mañana seguiremos hablando acerca de esto.


Luis Rodas


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