Salmos 12:3 "Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,
Y la lengua que habla jactanciosamente".
“jactansiosamente”: en el Salmo 71:19 esta palabra es traducida como “grandes cosas” y así también lo traduce en este versículo la versión de Casiodoro de Reina de 1569 (“grandezas”).
“la lengua que habla (grandes cosas)”
Grandes habladores.
John Flavel: “Hermanos, es más fácil denunciar mil pecados de otros, que mortificar uno propio en nosotros mismos” (citado en “La predicación” de John MacArthur. Pag. 112).
12:4 "A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;
Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?".
De verdad creen que pueden lograr su cometido y avanzar gracias a su buen arte de fingir. Engañan tanto que hasta se creen ellos que se están abriendo paso.
12:5 "Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,
Ahora me levantaré, dice Jehová;
Pondré en salvo al que por ello suspira".
El clamor de los que sufren todo esto llega al corazón del Señor y actúa.
12:6 "Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces".
David se refiere a las palabras que Dios le había hablado reflejadas en el verso anterior (Salmo 12:5) y está diciendo que las promesas de Dios son fieles, seguras.
Cuando se actúa falsamente se hace tropezar a otros y podemos tener plena seguridad que Dios va a actuar.
Por eso David ora confiadamente:
Salmo 12:7 12:7 Tú, Jehová, los guardarás;
De esta generación los preservarás para siempre".
12:8 "Cercando andan los malos,
Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres".
“la vileza es exaltada”
La exaltación o exposición de algunos hombres es para perdición de otros y para la suya propia (Proverbios 26:1).
El necio puede parecer muy erudito, pero sigue siendo necio: Proverbios 16:22.
Aun la facilidad al predicar para el necio es un tropiezo: Proverbios 17:7.
Cuando los piadosos escasean, aquellos con “doblez de corazón” abundan.
Cuando la tibieza cierra los ojos de los que deberían tenerlos bien abiertos, los lobos entran hasta con aplausos al rebaño.
Aumenta la vileza, los piadosos se acaban y los malos acechan en todo lugar.
Es otra forma de decir lo que Jesús dijo: “Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12)
Pablo al describir los últimos tiempos habló de hombres “que tendrán apariencia de PIEDAD (David dice: “se acabaron los piadosos”), pero negarán la eficacia de ella” (2 Timoteo 3:5).
Francis Quarles (1592-1644; filósofo y matemático inglés)en “Soliloquio del hipócrita”:
“Ante el hombre, no hay nadie que sirva a su Dios con una devoción más severa; por lo cual, entre los mejores de los hombres, busco y alcanzo mis objetivos, y me sirvo a mí mismo. En privado, sirvo al mundo; no con una devoción tan estricta, pero con más deleite; cuando cumplo los deseos de sus siervos, procuro mis propios objetivos y me sirvo a mí mismo.
La casa de la oración, ¿quién la frecuenta más que yo? En todos los deberes cristianos, ¿quien se halla más a la vista que yo? Ayuno con los que ayunan y como con los que comen. Hago luto con los que lo observan. No hay mano más abierta a la causa que la mía, y en sus familias no hay nadie que ore más tiempo y más alto. Así, cuando la opinión de una vida santa ha proclamado la bondad de mi conciencia, mi tienda es frecuentada por los parroquianos, mi mercancía tiene buen precio, mis palabras merecen crédito, mis acciones no carecen de alabanza.
Soy avaro, pero se interpreta que soy providente; soy ruin y mezquino, esto es, templado; si melancólico, se me interpreta como piadoso; si amo el jolgorio, se entiende que es gozo espiritual; si soy rico, son las bendiciones de una vida piadosa; si soy pobre, se supone que es el fruto de una conciencia estricta en los tratos; si se habla bien de mí, lo merezco por mi santa conducta; si mal, es malicia de envidiosos.
Así que navego con todos los vientos, y consigo mis fines en todas condiciones. Esta capa en verano me mantiene fresco, caliente en invierno, y esconde el costal de todos mis secretos deseos carnales...
Las opiniones más cismáticas son las que hallo más provechosas, pues de ellas aprendo a divulgar y mantener nuevas doctrinas; ellas me sostienen con la cena tres días a la semana...
La caridad la tengo por un deber extraordinario; por tanto, no la ejecuto de ordinario. Lo que repruebo de cara al público, para mi propio provecho, lo hago secretamente en casa, para mi propio placer.
Pero, alto, veo un escrito en mi corazón que hace desfallecer mi alma.
Las palabras del mismo son: ‘¡Ay de vosotros, hipócritas!’ (Mateo 23:13)”.
Proverbios 20:6 "Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad,
Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?"
No se refiere a lo que comúnmente se entiende por “macho” (“hombre de verdad”) visto con altanería.
“Hombre de verdad” se refiere a un hombre fiel, verdadero, que camina en la verdad.
LBLA: “Un hombre digno de confianza, ¿quien lo hallará?”
Proverbios 20:6 "Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad,
Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?"
Alguien que dice que ama a Dios pero no lo estima por encima de todo en todas las cosas, por lo que vive adorando sus deseos más que la voluntad de Dios.
Alguien que no encuentra deleite personal en las perfecciones de Dios de las que habla...
hable como hable.... no es un gran “hombre de Dios”.
¡Señor haznos hombres piadosos, mujeres piadosas! ¡Queremos adorarte con nuestra vida!
Luis Rodas
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