LA COMUNION INTIMA CON DIOS EN LAS TAREAS COTIDIANAS - 1ª parte



Continuamos con el Salmo 15.
Salmo 15:4,5 "Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
15:5 Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás".

Vamos a ver estas 3 frases últimas como un sólo tema.
Si miramos un poco más vamos a encontrar que algo une estas 3 frases: las 3 hablan de una ganancia personal que desagrada a Dios.
“El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
quien su dinero no dio a usura,
ni contra el inocente admitió cohecho (soborno).

Dios enseña que para permanecer en comunión intima con EL debemos ser como aquel que:
1- se mantiene firme en su palabra aunque al hacerlo pierda: "El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia".

2- prefiere no hacer algo que desagrada a Dios aunque esto le daría ganancia personal (en este caso la usura): "quien su dinero no dio a usura".

3- podría pecar contra Dios haciéndole daño a otros (en este caso el soborno) y obtener una ganancia personal, pero no lo hace: "ni contra el inocente admitió cohecho (soborno).

Podría mentir, usar a otros deslealmente y dañar a otros y obtener una ganancia personal, pero NO lo hace para agradar a Dios.

En los 3 casos se trata de una persona que su prioridad es agradar a Dios en las tareas que realiza cada día aunque esto signifique no obtener una ganancia personal.
El “Comentario Bíblico del Expositor” habla de estas personas: “ellos tienen un profundo sentido de integridad y deben a menudo hacer sacrificios materiales para ser honestos. Su testimonio es más importante que su billetera” (Vol. 5: Psalms).

Esta persona valora más a Dios que su ganancia personal inmediata.
Podría actuar deshonestamente en su diario vivir y ganar algo, pero no lo hace porque quiere agradar a Dios.
¡Este es un tema muy interesante!

Mucha gente separa su vida en dos ámbitos:
- su tiempo con Dios
- su vida cotidiana

El tiempo con Dios es cuando oramos, leemos la Palabra, nos congregamos, vemos alguna película cristiana o evangelizamos.
La vida cotidiana es más carnal, mundana. Son todos aquellos momentos donde dejamos a un lado lo espiritual, nos mezclamos entre los mundanos y no vemos el momento de volver al tiempo espiritual.
¡Muchísimos cristianos lo ven así!

Lo llamativo de esto es que cuando David le pregunta a Dios como puede hacer para permanecer en comunión intima con EL, Dios le responde en estos versos 4 y 5 con situaciones de la vida cotidiana.
Situaciones que tienen que ver con el trabajo, las decisiones del dueño de un negocio, las actitudes de un estudiante, las reacciones de una madre, como se comporta un hijo ante sus padres, etc, etc…
Estos 3 puntos que estamos viendo encierran todo lo cotidiano.
Un jefe puede echar a alguien y mentir en el juicio para no pagarle lo que corresponde. Un empleado puede mentirle a su jefe diciéndole que está enfermo para no ir a trabajar. Un estudiante puede copiarse en un examen. Una madre puede desatender por completo a sus hijos para ocuparse de sí misma. Un hijo puede ser totalmente egoísta con su familia. Etc, etc, etc…

Estos 3 puntos que estamos viendo se desarrollan en la vida cotidiana de cada persona que transita este mundo.
Aquí Dios nos habla de agradarle en la vida cotidiana y así permanecer en comunión intima con EL estemos donde estemos.
Aquí Dios rompe con una idea equivocada de que podemos dividir nuestro cristianismo en
- tiempo con Dios
- vida cotidiana

Mañana veremos un poco más acerca de esto.


Luis Rodas


.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Instagram

Haz click AQUÍ

Twitter Updates

Sobre mí