Continuamos con el Salmo 15.
Salmo 15:4,5 "Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
15:5 Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás".
CAMINANDO CON DIOS
El creyente que camina con Dios entiende que Dios está detrás de todo lo que hay en su vida cotidiana. El ve como Dios despliega cada día situaciones cotidianas para servirle a EL, conocerle, glorificarle y deleitarse en EL.
Para esto hay diferentes tiempos y diferentes situaciones puestas por Dios cada día.
Las circunstancias, las situaciones, los escenarios, las personas, varían… Pero la razón por la que él vive todo es la misma: servir a Dios, conocerle, glorificarle y deleitarse en EL.
Esté donde esté, y esté con quién esté:
Colosenses 3:22-24 "Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís".
El problema común nuestro es que cuando deberíamos acostarnos temprano para poder levantarnos a tiempo para pasar tiempo a solas con Dios, perdemos el tiempo y nos acostamos tarde.
Cuando deberíamos pasar tiempo a solas con Dios a la mañana, o nos dormimos por acostarnos tarde, o hacemos otra cosa.
Cuando deberíamos buscar agradar a Dios en el trabajo y ser buenos trabajadores nos sentimos condenados porque no buscamos a Dios y nos parece que estamos perdiendo el tiempo en el trabajo cuando podríamos estar orando en casa.
Cuando la madre debería estar buscando ser una madre excelente y piadosa con sus hijos, está escuchando una predicación y le grita a sus hijos que se callen que no la dejan escuchar, porque cuando debería haberse levantado antes que sus hijos para su tiempo con Dios se quedó dormida o simplemente hizo otra cosa.
Cuando deberíamos estar pasando un tiempo hermoso de familia nos sentimos condenados porque podríamos estar usando ese tiempo para evangelizar o visitar hermanos en dificultades. Pero lo que pasa es que cuando tuvimos tiempo para hacer todo eso perdimos el tiempo en algo que no sirve para nada.
En un momento Dios nos da 2 días para salir a algún lado como matrimonio. Solos. Dejando a nuestros hijos con alguien de mucha confianza.
Pero pensamos: “ehm… ¿no estamos descuidando a nuestros hijos?”
¿Por qué?.
Porque en los tiempos que Dios nos dio para ser fieles con nuestros hijos estábamos preocupados en otras cosas.
¡Todo es importante!
El tiempo para pasar a solas con Dios. El tiempo para trabajar y agradar a Dios ahí y predicar con nuestro trabajo. El tiempo para evangelizar y visitar hermanos en problemas. El tiempo para ayudar a las misiones. El tiempo para vivir en familia. El tiempo para cultivar el amor y una amistad y compañerismo con nuestra esposa/o.
¡Todo es importante!
El problema muchas veces es que mezclamos todo y siempre estamos errando el tiempo que vivimos.
Eclesiastés 3:1-11 "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin".
¡Todo es un medio para servir a Dios, conocerle, glorificarle y deleitarse en EL!
¡Dios despliega cada día un sin fin de circunstancias, situaciones, escenarios y personas, diferentes, para esto!
Esto puede ser tu trabajo, la crianza de tus hijos, el tráfico en la calle, la situación económica del país donde Dios quiso que vivas, tu matrimonio, tu salud, tus estudios, tus vecinos, etc, etc, etc….
¡Todo es un medio para servir a Dios, conocerle, glorificarle y deleitarse en EL!.
En nada nuestra mente debe dejar afuera a Dios.
Estoy aquí y ahora, ¿qué debo hacer? ¿Qué es lo que Dios quiere que haga? ¿Qué le haga a Dios en esto? ¿Cómo lo puedo hacer mejor para Dios?
El problema, vuelvo a decir, es que muchas veces estamos errando el tiempo que vivimos. O estamos pensando en lo que pasó o preocupados por lo que viene, o estamos haciendo lo que tendríamos que estar haciendo en otro momento o haciendo directamente lo que nunca deberíamos hacer.
Cada vez que salimos a algún lado con mi familia ponemos algunas reglas. Una de ellas es VIVIR CADA MOMENTO.
Cintia suele siempre estar pensando en lo que viene.
“¿Cuando llegamos?”
Cuando llegamos piensa: “¿Cuando comemos?”
Cuando comemos piensa: “¿Cuando vamos a tal lado?”
Cuando llegamos a tal lado piensa: “¿Cuando nos vamos?”
Y nosotros antes cada vez que salíamos de vacaciones salíamos pensando en que esto y lo otro y "si cuando llegamos no se que"… Y así cada momento.
Hoy vivimos segundo a segundo cada vez que vamos a un lugar.
Cuando salgo con mi esposa a tomar un café, por ejemplo, no siento que debería estar orando por la congregación, por ejemplo.
¿Por qué?
Porque eso tiene su tiempo cada día. Tengo un horario para eso. Y nada lo suplanta. Tenga miles de cosas que hacer, esté enfermo o lo que sea.
Pero prestemos atención al consejo de nuestro precioso Señor:
Efesios 5:15-17 "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor".
NTV: “Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos.
No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan”.
Colosenses 4:5 llama a esto “redimir el tiempo”.
Clarísimo, ¿verdad?
Dios nos dice con toda claridad:
¿Quieres permanecer en comunión intima conmigo?
Haz tus tareas cotidianas, vive tu vida cotidiana, todo lo que pongo delante tuyo cada día, caminando conmigo.
¡Todo es un medio para servirme, conocerme, glorificarme y deleitarte en mí!
Luis Rodas
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Etiquetas:
La comunión íntima con Dios
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