16 El centro de toda la creación - Reflexiones acerca de la Navidad



En la reflexión anterior hablamos de nuestro futuro final. El Nuevo Testamento no enseña que nuestro fin es el cielo. NO.
El Nuevo Testamento afirma con claridad que si muere un hijo de Dios ahora momentáneamente él esperará en el cielo (Apocalipsis 6:9-11). Pero como dijo el salmista y luego repitió Jesús, “los mansos recibirán la tierra por heredad” (Salmo 37:11; Mateo 5:5). Nosotros esperamos cielos nuevos y tierra nueva para vivir eternamente. Puedes verlo claramente en Apocalipsis 21 y 22.

Apocalipsis 21 anuncia que Dios hará nuevas todas las cosas, restaurará toda la creación:
Apocalipsis 21:24 “Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz” de la gloria de Dios.

La tragedia actual de la humanidad es que vive alejada de la gloria de Dios queriendo establecer su propia gloria.
Pero Dios promete volvernos a la vida perfecta de vivir bajo la luz de su gloria.
Y agrega:
Apocalipsis 21:24 “... y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella”.

¿Lo ven?
Muestra un mundo donde se vive a la luz de la gloria de Dios, bajo su favor, bendición, sustento, provisión, amor; por tanto esas personas hacen lo que es lógico, justo, bueno, verdadero:
“... y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella”.
Usan los recursos que Dios les dio, y de esa forma le dan la gloria a quien la merece. Cada virtud, cada don, cada acción, toda excelencia es desarrollada para señalar al Dador.

Y agrega:
Apocalipsis 21:25,26 “Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella”.

Y luego en Apocalipsis 22:3 “Y no habrá más maldición…”

Para aquellos que estén allí se terminará la maldición que causamos como seres humanos al rebelarnos al plan original de Dios.
Por consecuencia, no sólo se terminará el sufrimiento en todas sus formas, sino que disfrutarán, ni más ni menos, de Dios mismo:
Apocalipsis 22:3-5 “... y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”.

Las Escrituras prometen que toda la creación volverá al plan original, cuando Dios le dijo a Adán: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread” (Génesis 1:28), y Dios se paseaba en el huerto, y el hombre vivía en la presencia de Dios (Génesis 3:8).
En el versículo 3 leímos: “... y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán".
El trono de Dios, el gobierno de Dios sobre la tierra. El hombre bajo la autoridad de Dios sirviéndole: “... y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán".
Versículo 5: “y reinarán por los siglos de los siglos”.
Apocalipsis 5:10 afirma que los que estén allí serán “para Dios reyes y sacerdotes, y reinarán sobre la tierra”.
Y de esta manera disfrutarán en plenitud del bien Supremo: Dios.
Versículo 4: “y verán su rostro”.

Y todo con este firme, bueno, justo y verdadero fundamento: ¡Sólo Dios es digno de ser el centro, autoridad y alabanza de todo lo creado!
¡Esta es la máxima plenitud de la criatura! Usar los recursos que Dios le dio para con ellos conocer a Dios, admirarse, deleitarse en EL, servirle, reflejarlo y alabarlo.
¡Esta es la suprema calidad de vida que una criatura puede experimentar!
¡Y esta se ha transformado en la esperanza del creyente!

La Biblia comienza con el plan original, y a lo largo de todo su libro nos muestra cómo EL vence, salva y restaura el propósito de amor de toda su creación. Mientras anuncia en 1 Corintios 15:28 que todo irá avanzando hasta que “Dios sea el todo en todos”.
¡No se trata de una religión de algunos y para ciertos momentos! ¡Es el creador, sustento, centro, autoridad, admiración y alabanza de toda la creación! ¡Solo EL es Dios!


Luis Rodas


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