1- La guerra por el centro de la existencia



¡Dios es Digno de ser el Centro de la existencia de todo lo creado!
¡Esto es la Verdad!
Jesús dijo de Su Padre: “El único Dios verdadero” (Juan 17:3)
Y 1 Juan 5:20 da testimonio fiel y dice: “Estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios”
Pero el diablo comenzó una guerra contra la Verdad.
Y su razón fue muy sencilla, necia, pero muy sencilla: ¿Por qué vivir para Dios si puedo ser mi propio dios y vivir para mí mismo?:
Isaías 14:12-14 "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 
Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo".

Luego de rebelarse él mismo a esta Verdad formó todo un reino de tinieblas contra esta Verdad.
Así, con la misma idea, tentó a la 3ª parte de los ángeles con esta mentira (Apocalipsis 12:4,9):
“¿Por qué vivir para la adoración a Dios si podemos ser ‘libres’ y vivir cada uno para nuestro propio placer, deseo y honra?”
Movidos por sus propios deseos hasta es muy probable que son ellos quienes viendo la belleza de las mujeres se llegaron a ellas en (Génesis 6:1-4. Los “hijos de Dios” son ángeles en Job 1:6,21; 38:7 y en Daniel 3:25). Simplemente ahora seguían sus deseos.
Esta fue exactamente la misma mentira con la que hizo caer a Eva:
Génesis 3:1-6 "Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 
Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 
pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella".

3:5: “seréis como Dios”
El diablo se presenta como un ser preocupado por el bien del hombre ante un Dios autoritario que limita la libertad que cada uno podría tener.
¿Por qué vivir para Dios si puedes ser tu propio dios y vivir para ti mismo y tus deseos? Puedes tener tu propio reino para tu propio deleite y voluntad.
Así Satanás no solo formó su propio reino de “principados, potestades, gobernadores y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
Sino que también traslado su imperio a la Tierra.
Ahora el hombre obedecía a sus propios deseos como su dios:
Efesios 2:1-3 "Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás".

Así pasó el diablo a ser “el dios de este siglo” (2 Corintios 4:4) y el mundo entero pasó a estar bajo el maligno (1 Juan 5:19).
Se unieron Satanás y los hombres en su decisión de rebelarse a Dios y ser ellos su propio dios:
Salmo 2:1-4 "¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
Se levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.
El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos".

Esta es la idea en la que está fundamentado todo el sistema de este mundo. Quita esta idea y todo este mundo se viene abajo.
Y esta es la misma esencia por la que vive toda persona.

Hace unos años le comencé a predicar a una persona diciéndole que a los 20 años estaba enfrentando una depresión muy fuerte a pesar de mi corta edad.
Mi idea era explicarle luego que Cristo había llenado el vacío que sentía en ese momento.
Pero la persona no me dejó terminar. El me dijo: “A mí me pasó lo mismo”.
Y continúo: “Pero encontré la solución”.
Le pregunté qué solución había encontrado, y me dijo: “Descubrí que debo vivir para darme toda la felicidad posible. Todo lo que me hace infeliz lo descarto, sea lo que sea. La vida es corta, debemos aprovecharla y ser felices”.
Esta persona me dejó un poco impactado. Su solución era justo todo lo contrario a lo que yo le iba a decir pero ahora él decía que le había funcionado.
Y esta es exactamente la idea que domina esta época: “tú eres el centro de la existencia, ámate, cree en ti, busca tu propia felicidad, lo importante es que te sientas bien contigo mismo”.
Y con exactamente esta misma semilla de mentira quiso tentar también a Jesús antes de ejercer su ministerio:
Lucas 4:5-7 "Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 
Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos".

“Tú puedes vivir para ti y tus deseos. No necesitas hacer la voluntad del Padre y vivir para él.
Todos estos reinos pueden ser tuyos y nada más que tuyos. Para tu deseos, para cumplir todo lo que tu quieras. Sé tu propio dueño”.
Pero Jesús se mantuvo perfecto:
Lucas 4:8 "Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás".

Casi en el final del ministerio de Jesús, el diablo volvió a probar exactamente con la misma semilla de mentira:
Mateo 16:21-23 "Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 
Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 
Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres".

Jesús detectó perfectamente la semilla del diablo detrás de las palabras de Pedro. Esas palabras no eran otra cosa que la semilla con la que Satanás había caído, e hizo caer a la tercera parte de los ángeles y a toda la raza humana.
Jesús la notó enseguida: “ten compasión de ti. Piensa en tu bien. No hagas la voluntad del Padre. Piensa un poco en ti y ya no tanto en lo que el Padre quiere. El Padre te va a llevar a la muerte y tú puedes vivir para tus deseos propios”.
La respuesta de Jesús fue inmediata:
Mateo 16:23 "Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres".

Jesús detectó rápidamente esta semilla. Con esa cizaña Satanás había pervertido el mundo como explica la parábola del trigo y la cizaña (Mateo 13:36-43).
Todo el reino de las tinieblas está basado en una idea: “¡Puedes ser el centro de tu existencia!”
Esto, como dijo Paris Reidhead, es “la traición de los siglos”. Y dijo: “Es la traición en la que vivimos” (“Diez monedas y una camisa”).
¡Es la rebelión contra Dios como Centro de todo lo que existe!
La raíz de todo pecado es este.

Continuaremos en la segunda parte de este artículo.


Luis Rodas


.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Instagram

Haz click AQUÍ

Twitter Updates

Sobre mí