“No ames el sueño, para que no te empobrezcas; abre tus ojos, y te saciarás de pan” (Proverbios 20:13)-
Thomas Adams (1583-1652):
“Aquí tenemos un versículo donde Dios no sólo nos conforta, sino que también nos exhorta. Si nosotros no instruimos y exhortamos a los hombres, y sólo los confortamos, estaremos dando pasos para enviarlos confortablemente a la ruina.
El que espera un galardón en el cielo, debe asumir un servicio aquí en la tierra.
El hombre que le pesan las manos para comenzar alguna obra de Dios o se cansa rápidamente en el servicio de Cristo, sufre un entumecimiento mudo del alma. Su pereza lo abate.
El genuino cristiano piensa así: 'el mundo está buscando tentarme, el diablo está atentando contra mí, mi carne está traicionándome… ¿y yo dormiré tranquilo?
¿Cómo puedo dirigir el timón de mi barco, en el que mi alma es el pasajero y la esperanza bendita la carga en él, si te hago caso y me echo a dormir neciamente?'.
En Génesis 31:40 encontramos a Jacob rindiendo cuentas a su amo Labán, diciendo que trabajaba fielmente para él: 'de día me consumía el calor, y de noche la helada, Y EL SUEÑO HUÍA DE MIS OJOS'.
Estoy seguro que nosotros tenemos un encargo mayor que el de él, un amo más Grande y una rendición de cuentas más grande... ¿dormiremos?
Recuerda los pensamientos de Gog contra Israel en Ezequiel 38:11,12: ‘Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente, todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas; para arrebatar despojos y para tomar botín’.
Así Satanás sube contra los descuidados y perezosos en la piedad, como contra una ciudad indefensa.
Cristo le dice a Pedro: ‘Simón, ¿duermes?’ (Marcos 14:37).
'¿Está Judas despierto? ¿Están los fariseos despiertos? ¿Están los soldados acechando? ¿Están los demonios empujándolos contra nosotros? ¿Está el Hijo del Hombre siendo traicionado? ¿Está la más grande obra de redención a punto de ser hecha?... ¿Y tú, Simón, duermes?’
Así Satanás está tentando, tu carne lista para entrar al campo de batalla, el pecado está a la puerta, y el juicio no muy lejos, ¿y tú duermes oh cristiano?
Sigamos el ejemplo de Abraham. El recibió el tremendo encargo acerca de su único hijo, y según Génesis 22:3, él 'se levantó muy de mañana’ para cumplirlo.
¡Así vivamos!”
(“Second Epistle General of St. Peter”)
¡Vela por tu vida, vela por tu familia, vela por tus hermanos!...
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